06.

209 38 2
                                    

- El Itoshi menor simplemente bufo, queriendo echarlo en esos momentos de su casa pero su bebé estaba tan aferrado a el que le dolió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- El Itoshi menor simplemente bufo, queriendo echarlo en esos momentos de su casa pero su bebé estaba tan aferrado a el que le dolió. Creía verse así mismo en su momento pero no era tan relevante, no para su corazón de niño pequeño roto por lo que solo suspiro y siguió cortando el pastel porque aquel parecía no querer responderle, mejor así, si lo hacía seguro que creaba otra discusión mucho peor.

Por mientras el Omega solo le miraba incrédulo, Rin era tan impulsivo pero mantenía toda la boca con su amarga verdad, realmente ambos - aunque mayormente el - contienen culpa con respecto a ese estúpido problema, ambos son inmaduros, porque su manera de querer proteger a su hermano no es la correcta, no importa si la intención fue la correcta y la manera en que Rin le hizo ver todas las cosas tampoco lo es, la falta de respeto cargada con el odio en sus palabras es suficiente para que Sae comience a cuestionarse tantas cosas que Raiden lo nota, comenzando a gimotear al sentir el aroma de su tio volverse amargo.

— Por favor... ¿Te afectaron esas palabras? — Pregunto incrédulo, viéndole con sorna, estaba harto del teatro que montava su hermano mayor, dejo el pastel a un lado y fue por su cachorro que se dejó tomar por el. Sae ahora tomo su lugar buscando como alejarse de su alcance, o por lo menos no estar tan cerca. Yoichi ya nunca regreso.

El Omega no contesto para después suspirar, ahora el tomando el cuchillo buscando como seguir cortando aquel pastel para los invitados.

— Claro, obviamente tienes razón pequeño Rin. Todo es mi culpa aquí... Perdóname, ¿Si? — Dijo con sarcasmo, buscando como no cortarse porque sentía una rabia como impotencia.— Perdón por querer protegerte, perdón por tener un orgullo gigante, perdón por simplemente vivir de una manera tan diferente a la tuya, solo pensé que podía compensar todo lo sucedido con Raiden.

— El bebé no tiene nada que ver en esto.— Reclamo Itoshi menor, bastante enojado.

— Obvio no, pero es tu hijo y mi sobrino.— Decreto viendo al alfa.

— Tu sobrino mis huevos, Sae.— Y fue suficiente para hacer al cumpleañero llorar.

Sae dejo el cuchillo en la mesa y el bebé gordo comenzó a llorar a mares por lo intenso de los aromas de los adultos presente, cada uno mostrando sus emociones con bastante rabia por ese maldito medio que solo colocaba al pobre cachorro en ese estado de alerta.

¿Dónde estará la mami?

Al rato regreso Yoichi, parecía no sorprenderse por el aroma en la habitación, territorial, Rin era eso pero tampoco esperaba que lo fuera con un Omega, especialmente aquel, aunque no debía asustarse tanto.

El bebé gimoteo nuevamente, sus manitas le buscaron así como sus ojitos llenos de lágrimas, al tomarlo en brazos este se recargo con rapidez y busco su aroma dulzón que el no tardo en brindarle, Raiden al rato comenzó a tranquilizarse mientras Rin como Sae mantenían silencio, estaban consciente de que el primero en hablar perdía ahí.

Yoichi les observo con suma molestia a ambos y suspiro.— Los dos son un caso perdido... Ni siquiera porque les de con Raiden, son hermanos por la diosa luna, deberían vivir en paz y buscar un equilibrio entre tanto problema. Sae es un orgulloso que aún no tiene lo suficientes huevos para hablar de su pasado en España y del porque se vino a desquitar en su hermano menor y Rin, eres un orgulloso de primera que a pesar de la razón nunca perdonarás por completo a tu hermano mayor. No son niños, ya están completamente adultos...

El Itoshi menor solo suspiro y reverencio nuevamente en espera de ver qué hacia su hermano mayor, pues este solo tomo sus cosas, para ver al alfa.

El de ojos azules suspiro, diciendo que iría a dejar al bebé en brazos de su tío Kurona, que esté le haría el favor un momento, al rato, regresaría el, esperando que por lo menos una plática trivial como relajada tuvieran esos dos, sabía que era pedir demasiado, tal ves volvería a encontrarlos usando sus olores para medir fuerzas o en el peor de los casos, buscando como pegarse y hacer un mal al contrario.

Se esperaba de todo pero los dejo con esa leve esperanza.

— Queria protegerte, se que es estúpido, digo, castas diferentes al igual que salud mental, pero eres mi hermano y pensé que fue lo mejor, después el orgullo gano, las cosas siguieron así, no quise ir a tu boda, sabía que lloraría por los años perdidos contigo, tampoco me hizo gracia para nada saber que ibas a tener un cachorro y que me entere por parte de los periodistas como por parte de mi pareja y no por ti.— Dijo dándole una última mirada escuchando el suspiro del Itoshi menor que le vio, parecía hasta decepcionado de su maldita respuesta, ¿Que esperaba? El no era de palabras, el era alguien tan sencillo como difícil de expresar por ese medio, ni siquiera las acciones contaban con el.

— Eres una mierda Itoshi Sae. Tampoco me cae en gracia que quieras solucionar todo esto metiendo en medio a Raiden.— Comento antes de arreglar la bandeja con los trozos de pastel en búsqueda de ignorar al estúpido de su hermano.

— ¿¡Eh!? ¿¡Es todo lo que dirás!? — Su hermano no le contesto, el solo sintió un tic, tampoco es como que haya dejado al desnudo sus problemas pero el decirlo de esa manera era suficiente para poder decir que intento.— ¿¡Es en serio!? ¡Porque yo si hablo en serio, Rin! De verdad perdón por este teatro, perdón por cualquier error que cometí con respecto a ti, eres mi hermano el único que tengo por desgracia, no vale la pena esto.

— Hubieras pensado eso desde el maldito momento en que dijiste que nuestro sueño era una mierda y el humillarme por completo, porque si hubiera sido asi... Las cosas serían muy diferentes, yo sería diferente.— Dijo tomando la bandeja para ir a la sala en búsqueda de repartir el pastel dejando al Omega solo. Otra ves.

¿Por qué se sorprendía? Era lo mínimo que merecía, porque de verdad se pasó y no es como que los intentos del esposo de Rin iban a dar resultados esa misma fiesta, tampoco es como si el tuviera la maldita esperanza de arreglar las cosas con su hermano menor.

Realmente, ya no tenía expectativas con respecto a eso. Únicamente se quedó ahí observando todo a su alrededor.

Por lo menos no le dijo que se fuera, punto para el imbécil de Itoshi Sae.

Por lo menos no le dijo que se fuera, punto para el imbécil de Itoshi Sae

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

‹‹ 𝗧𝗿𝗮𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻 :: 𝗥𝗶𝗻𝗦𝗮𝗴𝗶.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora