Mientras descendía por el ascensor, una creciente emoción se alojó en mi estómago y se extendió por todo mi cuerpo. Me sentía bastante animada con la idea de juntarme con él a pasar el rato. Había tenido la suerte de encontrarme a un compatriota en la alejada Italia, lo cual me hacía sentir con un poco más de confianza. Y a pesar de que apenas lo conocía, lo poco que habíamos podido conversar me resultaba suficiente para saber con total certeza que la iba a pasar muy bien.
Cuando bajé al lobby, me encontré con que el lugar estaba casi desierto. Observé la parte donde se ubicaban los sillones y entonces lo vi.
Estaba de pie, tenía las manos en sus bolsillos en una postura de lo más despreocupada que reflejaba su total comodidad con el entorno, y charlaba con tres personas muy animadamente. Me dio la impresión de que se conocían íntimamente, quizá fuesen sus amigos o conocidos.Desde mi posición, me tomé el atrevimiento de echarle una rápida mirada de pies a cabeza; llevaba puesta una chomba de color marrón clarito que le sentaba muy bien, y solamente tenía abrochado uno de los botones. En la parte de abajo lucía una bermuda de jean simple y el calzado no era algo de otro mundo.
Me llamó la atención que también usaba una gorra negra y unos lentes de sol a pesar de que se encontraba resguardado en el interior del edificio.No quise interrumpir su enérgica charla, así que esperé de pie pacientemente a unos metros de ellos. De todas formas aquello no tomó mucho tiempo, él me divisó casi de inmediato y, tras despedirse del pequeño grupo de personas y abrazar a una de las chicas que parecía muy emocionada por haberlo visto, se acercó hasta mí con su particular andar.
—Hola, Luci —cuando estuvo en frente de mí me saludó con un beso en el cachete mientras posaba una mano en mi brazo desnudo. Percibí una especie de electricidad en esa zona al sentir su contacto.
—Hola. Espero no haberte importunado, ¿eran amigos tuyos?
Me acomodé la correa de la cartera a modo de tick.
—Para nada, tranquila... Eh no, me contaban que hace un par de horas llegaron a la ciudad y me estaban, eh... pidiendo sugerencias de lugares para ir a comer.
Arqueé una ceja mientras pensaba en el abrazo que le dio aquella chica segundos antes. ¿Se suponía que así acostumbraba a dar las gracias?
—Ah, como una de las chicas te abrazó pensé que eran cercanos o algo por el estilo.
Su cara se desconfiguró.
—¡Ah, sí, sí! —dijo de inmediato, sobresaltándome un poco—. A ella sí la conozco, es... es mi ex compañera de colegio... si, fue re loco encontrarla acá. Los otros eran sus primos... este... ¿Vamos yendo ya?
Asentí, un poco extrañada, y dejé que me guiara hasta afuera del hotel mientras posaba una mano en mi espalda.
Una vez que comenzamos a caminar por la transitada vereda, me olvidé de todo.
La tarde comenzaba a llegar a su punto culmine y el sol estaba cada vez más escondido en el horizonte. La luna, o parte de ella, ya había comenzado a tomar su lugar en lo alto.Me frené de golpe cuando me topé con una vista espectacular y, tras pedirle que por favor me esperara un momento, le saqué una foto al paisaje.
Giré la vista hacia mi acompañante, él ya me estaba mirando con una sonrisita en sus labios que no presagiaba nada bueno.—¿Sabés lo que mejoraría esa foto todavía más? Que vos aparezcas en ella. ¿Me dejás sacarte?
Dudé. No me gustaba mucho la idea de tomarme fotos, la mayoría del tiempo odiaba verme en ellas, y cuando me sorprendía haciéndolo por mucho tiempo, sentía que me iba deformando cada vez más hasta llegar al punto de no reconocerme.
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𝗪𝗢𝗠𝗔𝗡𝗜𝗭𝗘𝗥 | ━━ Franco Colapinto
FanfictionTras un viaje de ensueño, Lucila se verá involucrada con el nuevo deportista del momento. Sin embargo la joven descubrirá que, además de ser aclamado por su destreza en la pista, es también conocido por su gran carisma y su habilidad por coquetear a...