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Segunda parte jijijiji (no saben cómo me emociona)

Gracias por seguir leyendo.

Capítulo dedicado a Val2035 por sus lindos comentarios.

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- cuando uno de los suyos intenta destruir el mundo, es un accidente, cuando uno nosotros lo hace... Lo encierran para siempre.

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Uñas negras recorren una espalda aperlada de sudor, cada gota cae un camino que la barba decreciente y juvenil detienen

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Uñas negras recorren una espalda aperlada de sudor, cada gota cae un camino que la barba decreciente y juvenil detienen. Labios bronceados ahuyan y cierra los ojos con fuerza, solo capaz de distinguir la luz azul que destila Hades, el Dios del Inframundo, la muerte, su cuerpo tatuado y fuerte, tan mortal y místico a la vez, la sostiene como el ser más hermoso que sus ojos han visto, en contraste con la curva de ese material similar al marfil acaricia el crecimiento de su busto, unos hermosos cuernos desnudos. Mientras un largo velo cubría la espalda de tan sensual criatura entre sus piernas, Malefica y su lengua viperina, recorren cada plieguen, acarician la preciada perla humana, más allá, acaricia las carnes, la piel sedosa y la marca, sus oscuras garras casi rompen la delgada dermis, detrás de su muslo, su vientre algo redondo, sus nalgas, incluso su espalda, encontrándose traviesamente con manos masculinas que parecía aliviar el ardor inicial que ella causaba, una dupla perfecta que hacía aullar a la pequeña y frágil bestia entre sus manos.

- Malefica... -tartamudeo la rubia, su rizada cabellera se pega en su frente, se mezcla con el pecho tatuado del Dios- Hades... Mmm, Mal...

Manojo de placeres y gemidos, Hades acaricia sus senos con énfasis, sin fuerzas, Pero deja un fuego invisible que la hace aferrarse a la traviesa mano que se había enlazado con la de Malefica en su muslo, tres manos tan diferentes que hacían una celebración tan hermosa.

Los diecisiete años de su hermosa Rosa.

Pobre niña, corrompida por dos monstruos, que bien se sentía en sus brazos, que familiar y acogedor era el nido que creaban cuando estaban juntos, el poder que desprendían y llenaba a la princesa perdida.

Si tan solo supieran que era una, ¿Seguiría esa mirada de amor y devoción en sus ojos? ¿La forma tan tierna en que la sostienen? Cómo después de dejar le uno de los placeres mundanos más viejos, a través de sus múltiples secretos y habilidades, se permitió reposar en el pecho del Dios, con sus ojos nublados y olvidando incluso su nombre, su ser, su todo por ellos, solo por ellos.

- la dejaste sin palabras, cariñito -bromea Hades con chulería, siente labios húmedos sobre los suyos en un abrasador beso, mordiendo con sus afilados colmillos la piel de su labio hasta estirar la despiadadamente, ¿Quién es capaz de hacer sangrar a un Dios? Solo quienes más ama-. Eres insaciable...

𝐀𝐦𝐚𝐫𝐠𝐚 𝐈𝐥𝐮𝐬𝐢𝐨́𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora