El día de la prueba de Yoon había llegado más rápido de lo que esperaba y como si todo estuviera planeado una vez la terminó le dieron la noticia de que había aprobado.
Junto con su nuevo uniforme le dieron un sobre que contenía la invitación para su propia fiesta de asensión y debido a que era en el salón más elegante del cuartel supo que solo irían los altos mandos.
Tenía que detener los pensamientos intensivos y prepararse para aquella fiesta... Odiaba ser el centro de atención pero podría sobrellevarlo.
En cuanto llegó las felicitaciones no tardaron en llegar, se sintió aliviado al ver a Jin y Namjoon ahí.
— Pensé que habías dicho que aún no querías ser Capitán – lo acusó Namjoon.
— No fui yo, Nam... – confesó guiando su mirada discretamente hacia el Jefe de Brigada.
— Oh... Ahora todo tiene sentido – aceptó Jin.
Aceptó cada felicitación, platicó con cada persona que se le acercaba y les agradecía por ir a aquella celebración. Las cosas se volvieron aún mas incomodas cuando el Jefe de Brigada se acercó a aquel círculo.
— ¿Puedo hablar un momento con usted, Capitán? – preguntó tratando de fingir una calidez realmente inexistente.
Todos los demas asintieron y se hicieron a un lado. Guió a Yoongo hasta una esquina un poco más privada para hablar con él.
— Primero que nada, felicitaciones Capitán – comenzó a decir aquel hombre — Lo busqué hace poco tiempo pero se encontraba enfermo, me parece. Sin embargo quiero decir lo que tenía para decirle aquel día.
— Por supuesto, señor. Lo escucharé – respondió el Capitán tratando de mantener la calma.
— Verá, Capitán Min... Desde que Jungkook entró a la milicia lo he notado muy cambiado. Ya no ha vuelto a sus antiguas tendencias... Así que no me gustaría que su mala influencia afecte a mi hijo – explicó el Jefe de Brigada.
— No comprendo a que se refiere, señor – fingió Yoongi no comprender sus palabras.
— Me refiero a que es mejor que se distancie de Jungkook y del Sargento Jung. Ambos necesitan seguir progresando y siempre he pensado que el Sargento es más adecuado para la milicia que usted. Así que no detenga a ambos de su progreso. – insistió aquel hombre.
— No pretendo detener el progreso de nadie, señor. De eso no debe preocuparse. – aseguró el Capitán.
Pero el Jefe de Brigada pareció no importarle aquello.
— Le deseo lo mejor en este nuevo puesto, espero que dure. Normalmente las responsabilidades y la presión puede jugar una mala pasada en esta nueva etapa – aseguró un poco amenazante.
— Aprecio su preocupación, señor. Sin embargo, sé de lo que soy capaz y mi compromiso con la milicia es la misma que la suya. No debe preocuparse por eso – contestó Yoongi.
— Como diga, solo espero tome en cuenta lo que le he dicho.
Después de aquello el Jefe de Brigada Jeon se fue.
El resto de la celebración Yoongi estuvo más serio. Su mente comenzó a hacerle dudar de muchas cosas, los pensamientos intrusivos estaban ahí y prefería no ver a ninguno de los demás ese día...
Mandó un mensaje simple:
Quisiera estar solo hoy, lo siento.
Sin embargo, uno de ellos no estaba dispuesto a escuchar aquellas palabras. Seok-min sabía que cuando uno decía eso era cuando menos quería estar solo y aunque sabía también que la reacción de Yoon podía ser mala... Decidió ir a buscarlo.
Se escabulló a su cuarto, pero no estaba ahí. Se dirigió entonces a su oficina con un cuidado extra para que nadie lo viera y entró, la puerta estaba abierta.
Encontró a Yoongi vistiendo unos pants y playera blanca, viendo el nuevo uniforme con el ceño fruncido.
— No deberías estar aquí. – le dijo de inmediato pero el soldado cerró la puerta a sus espaldas.
Seok-min se acercó despacio con miedo a que el nuevo Capitán reaccionara mal a su presencia pero terminó poniendo su mano sobre el hombro de Yoongi.
Sintió como sus músculos se tensaron un poco pero aún así puso su mano sobre la suya.
— El padre de Jungkook me pidió alejarme... Y lo estaba considerando hasta que entraste – admitió sin voltear a ver a Seok-min — Pedí no verlos porque alteraría mi decisión...
Fue entonces que el soldado se puso frente a él para verlo a los ojos.
— Eso, Yoon... Es porque realmente no te quieres distanciar. Yo veo los ojos de amor que tienes por Jungkook y Hoseok, el cuidado con el que los tratas y el cariño con que los cuidas. – le dijo con voz calmada.
— ¿Por qué viniste aunque dije que no...?
— Porque yo no sé bien por lo que has pasado, pero siento que has vivido cosas tan horrendas como las que yo he vivido. Y cuando leí tu mensaje supe que realmente querías que al menos una persona estuviera contigo... Kook y Hobi me dijeron que ellos creían que era mejor respetar tu decisión pero... Creo que soy bueno rompiendo reglas. – rio un poco con tristeza.
Y entonces Seok-min recordó aquella caricia que le había hecho Hobi, comprendió más la razón de aquello. Con la mano un poco temblorosa acarició la mejilla de Yoongi.
Como respuesta el nuevo Capitán tomó la cintura del soldado acercándolo a él, ese movimiento obligó a Seok-min a rodear el cuello de Yoongi con sus brazos. Ahora estaban tan cerca.
Yoon no lo pensó dos veces, lo besó. Fue un beso tierno y lento que contenía todo aquello que no habían dicho hasta ahora: la tristeza compartida, el miedo a perderse y el deseo de proteger aquella relación ahora de cuatro.
Fue un beso tan reconfortante y tranquilo que hizo que todo lo demás se desvaneciera. Nada importaba en ese momento, solo ellos.
Cuando hubo una pausa, Yoon sonrió.
— Sabes a fresa. – le dijo riendo.
El soldado se sonrojó.
— Es el sabor de mi bálsamo labial... – admitió apenado.
— Gracias, Minmin – dijo Yoon.
La expresión de aquel chico fue de una sorpresa tan grande. Min Yoongi... Le había puesto un apodo.
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El sargento Jung [Finalizada]
FanfictionJung Hoseok es el sargento más estricto y reconocido de la milicia, por eso nadie pensaría que en sus cortos tiempos de descanso es solo un bebito de 4 años. Mucho menos pensarían que un simple soldado razo llamado Jeon Jungkook cambiaría su vida.