el heroe de los villanos𓆙𓃦 La falacia de la caperuza //Morgie

III. El baile

Un Morgie muy confundido se paseaba por los pasillos de la biblioteca al atardecer.

Morgie había ido en la tarde a buscar algún libro que dijera como romper el hechizo qué había congelado a sus amigos. Mientras se encontraba en uno de los miles de estantes, Jazmín se había acercado al villano para entregarle un pequeño sobre turquesa.

La cara de miedo con la que se había acercado había hecho sonreír al joven, una sonrisa vacía que solo hacia para aparentar estar bien.

Sin duda el sobre le había llamado la atención. Estaba seguro que de haber estado con sus amigos no lo hubieran invitado a aquel baile.

El gran baile sería aquella misma noche en la escuela en honor a la feliz pareja de Aladin y Jazmín que acababan de cumplir un año juntos.

Una estupidez para el rubio. Pero algo le había hecho dudar de faltar. Esa fiesta la había escuchado antes, de la propia boca de Aladin. Ella estaría ahí, lo había prometido.

Era la oportunidad perfecta de atrapar a la extraña.

Lo que lo termino de decidir fue un apartado en la tarjeta con una letra más pequeña. Era la regla de vestimenta "Solo venir con vestimenta azul y verde".
Su color favorito.
Estaba decidido, podría matar a dos pájaros de un tiro: descubrir a la extraña como principal prioridad. Y también podría arruinar el baile dándole algo de prestigio malvado a su nombre. Ahora que no tenía el respaldo de sus amigos debería ganarse su propia popularidad de villano.

–MEEEG– El grito de Jazmín retumbó por las paredes de su palacio.

La castaña se tuvo que cubrir los oídos ante el grito de alegría de la chica.

La castaña acababa de salir del probador con un vestido azul para la noche y el grito que había pegado Jazmín la dejo sorda, sin contar el coro un poco más bajo de Bridget y Bella.

Las cuatro chicas se habían reunido para prepararse para el baile de esta noche.

Todas ya habían decidido su vestido. Todas salvo Meg qué no se sentía cómoda con ninguno.

Bella iría con un vestido básico que su padre le había regalado en su último viaje a París. Era blanco con detalles azules.

Bridget iría con un vestido verde agua qué le habían enviado desde su Reino.
Mientras que el vestido de Jazmín era secreto.

Meg no sabía que ponerse, usaba vestidos y faldas pero ninguno era lo suficientemente delicado. Esa era una de las razones por las que la castaña no quería ir al baile. Eso Aladin lo sabía y le había pedido personalmente a Jazmín que ella le prestara algún vestido.

Se había probado más de diez prendas distintas pero ninguna le convencía. Finalmente después de más de dos horas en el vestidor había encontrado el vestido perfecto, un vestido azul profundo que le marcaba las curvas y contrastada perfectamente con su piel.

Las cuatro estaban enfrascadas en una de sus típicas conversaciones sin sentido cuando Bridget cambió de tema drasticamente.

– ¿Por qué el hijo de Morgana te perseguía?– los ojitos de Bridget miraban con un destello de diversión a su amiga.

–Porque lo amenaze con un cuchillo– dijo sin prestar atención.

–¿Y eso como fue?– pregunto esta vez Jazmín.

–Estaba en la escuela a la noche, me persiguió y yo lo amenaze con que se alejara– la forma tan disenteresada en la que Habiacontado los hechos hizo que las caras de las princesa se torcieron en una mueca en confusión.