Capítulo 1: Encuentros Inesperados

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Era un día soleado en Zootopia, la ciudad donde cualquier animal podía ser lo que quisiera, o al menos eso era lo que Judy Hopps siempre había creído. A pesar de que ella y Nick Wilde habían resuelto su parte de casos difíciles en la ciudad, nada la había preparado para lo que estaba a punto de ocurrir. La oficial coneja estaba sentada en su escritorio, revisando informes, cuando Nick entró, como siempre, con una actitud relajada y un comentario sarcástico en la punta de la lengua.

"¿Qué pasa, Carrots? ¿La paz mundial fue restaurada mientras dormíamos?", dijo Nick, lanzándose en la silla frente a ella.

Judy alzó una ceja y esbozó una sonrisa. "Si por 'paz mundial' te refieres a una serie de robos de autos sin resolver, entonces sí, Nick, estamos viviendo en un paraíso."

Nick se inclinó hacia adelante, interesado. "¿Robos de autos, dices? Eso no suena tan emocionante."

"No lo es," respondió Judy, suspirando. "Pero lo que me llama la atención es que estos robos parecen estar centrados en vehículos muy específicos. Autos deportivos, vehículos blindados, y, por alguna razón, un montón de camionetas antiguas."

Nick se recostó en la silla, pensativo. "Suena como si alguien estuviera armando una colección."

"Tal vez," contestó Judy, "o tal vez alguien está buscando algo más."

Sin saberlo, en otro lado de la ciudad, un joven coyote llamado Mike Darby estaba en medio de su propio dilema. Mike tenía una reputación en las calles; no era exactamente un criminal peligroso, pero sí uno conocido por meterse en problemas. Junto a su mejor amigo, Johnny, un venado con una tendencia a meterse en líos, Mike había estado robando autos, un trabajo que comenzó como una forma fácil de ganar dinero, pero que ahora lo tenía metido en más problemas de los que imaginaba.

"Te lo dije, Mike," murmuró Johnny, mientras ambos estaban sentados dentro de un garaje abandonado. "Ese último coche que robaste... algo no estaba bien con él."

Mike, que estaba revisando el interior de un elegante automóvil deportivo rojo, frunció el ceño. "¿De qué hablas? Es solo otro coche, Johnny. Lo venderemos como siempre y ya."

Pero Johnny, inquieto, se asomó por la puerta del garaje, como si estuviera esperando que algo saliera mal. "Este es diferente. No sé cómo explicarlo, pero sentí que ese coche nos miraba."

Mike soltó una carcajada. "¿Mirarnos? Amigo, creo que necesitas un descanso. Es solo un auto."

Sin embargo, justo cuando Mike intentaba encender el vehículo, algo raro sucedió. El coche se sacudió de manera violenta, y de repente, el tablero se iluminó con un brillo que no parecía natural. Antes de que pudiera reaccionar, el coche emitió un sonido mecánico profundo y comenzó a transformarse, extendiendo sus piezas metálicas y revelando algo mucho más grande de lo que Mike y Johnny habían anticipado. Frente a ellos estaba ahora Sideswipe, un Autobot en su forma completa.

"¿Qué... qué es eso?" gritó Johnny, retrocediendo de inmediato.

Mike, paralizado por el miedo y la sorpresa, apenas pudo moverse. "No lo sé, pero creo que ese auto nos acaba de... transformar."

Sideswipe, con una voz mecánica pero claramente molesta, los miró desde arriba. "¿Qué clase de idiota intenta robar a un Autobot?"

Los dos chicos no supieron qué responder. Mientras tanto, en otro lado de la ciudad, Abby Walker, una zorra ártica de 16 años, estaba lidiando con sus propios problemas. Aunque su vida era relativamente tranquila, Abby siempre se había sentido un poco fuera de lugar. Era inteligente y amable, pero también extremadamente tímida y torpe, lo que la hacía destacar en la escuela de una manera que no siempre deseaba.

Un día, después de la escuela, Abby estaba caminando hacia su casa cuando notó un escarabajo amarillo estacionado al lado del camino. Algo en el coche la atrajo, y antes de darse cuenta, estaba examinándolo de cerca. "Es raro ver un auto así por aquí," murmuró para sí misma, admirando el brillo del vehículo.

De repente, el coche emitió un pequeño sonido, como si estuviera... saludando. Abby se asustó y dio un paso atrás, pero el auto no hizo más que abrir su puerta de manera amistosa.

"¿Hola?" dijo Abby, sintiéndose un poco tonta por hablarle a un coche. "¿Esto es alguna especie de broma?"

El coche, sorprendentemente, emitió un pitido alegre y, antes de que Abby pudiera reaccionar, comenzó a transformarse en algo mucho más grande y complejo. Frente a ella estaba ahora Bumblebee, quien la observaba con sus grandes ojos azules brillantes.

Abby quedó atónita. "¿Eres un... robot? ¿De verdad?"

Bumblebee respondió con otro pitido y asintió, inclinándose hacia ella de una manera amistosa. A pesar del shock inicial, Abby sintió una extraña conexión con él. Aunque era grande y poderoso, no parecía tener malas intenciones.

"No puedo creer esto," murmuró Abby, tocando suavemente el metal frío de Bumblebee. "Esto no es real... ¿verdad?"

Bumblebee respondió con un gesto que parecía tranquilizador. Aunque Abby aún no lo sabía, estaba a punto de embarcarse en una aventura que cambiaría su vida para siempre.

Mientras tanto, de vuelta en la estación de policía, Judy y Nick recibieron un informe urgente. Alguien había visto a dos adolescentes cerca de un coche que, según testigos, se había "transformado" en un robot gigante.

"Esto no puede ser real," dijo Nick, leyendo el informe en su tableta. "Carrots, ¿es posible que alguien esté jugando con nosotros?"

Judy frunció el ceño. "No lo sé, Nick, pero si alguien está robando autos y esos autos están... transformándose, definitivamente necesitamos investigar."

Los dos detectives se dirigieron rápidamente a la escena del incidente. Al llegar, encontraron el garaje en ruinas, con Johnny inconsciente y Mike mirando hacia el Autobot con una mezcla de terror y fascinación. Sideswipe, al ver llegar a los oficiales, se retiró, transformándose de nuevo en un coche.

Judy sacó su pistola tranquilizadora y se acercó lentamente. "¡Manos arriba!"

Mike levantó las manos de inmediato. "¡No fue mi culpa! Ese coche... ese coche... se convirtió en un robot."

Nick se acercó con cautela, observando el coche estacionado. "Carrots, creo que nuestro ladrón está diciendo la verdad."

Antes de que pudieran procesar completamente lo que acababa de suceder, el aire a su alrededor comenzó a vibrar. Algo grande se avecinaba, y lo que Judy y Nick no sabían es que no solo estaban enfrentándose a un simple caso de robos de autos. El destino de Zootopia estaba a punto de cambiar, y ellos, junto con sus nuevos aliados, tendrían que estar listos para enfrentarlo.

: Zootopia: More Than Meets The EyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora