-Abi necesito más luz de este lado-Me dijo Pamela mientras yo sostenía una lámpara
Este ni si quiera es mi trabajo, mi trabajo es estar en mi oficina viendo buenos proveedores para la compañía, esto lo hacen los de marketing, y todo por ser una adicta al trabajo, maldita sea la vida.
-Sebas te puedes acomodar más el pelo? O bueno no, Abi hazme el favor-Me dijo Pamela y mi estómago comenzó a doler, mis piernas y manos a temblar.
-Claro-Dije con una sonrisa falsa
Cuando le di la lámpara a otro trabajador camine directo a él y nuestras miradas se cruzaron, subí mi mano y pase mis dedos por su pelo, inevitablemente se me vino un recuerdo a la mente.
-Me encanta tu pelo-Dije sonriendo como una tonta pasando mis dedos por su pelo corto
-En serio? Eh pensado en raparme porque no me gusta su forma-Me dijo haciendo una mueca
-Me gustaría verte con el pelo largo un día, te verías muy bien y cuando lo haga de mi te acordarás-Dije riendo aun pasando mi mano por su pelo despeinado
-Te extrañe-Escuché que susurró Sebastián en bajo mirándome con una sonrisa
Sonreí inconscientemente y sentí mariposas en mi panza, quizá cambio, pasaron 11 años debió cambiar.
-Yo igual-Dije difícilmente, no quería hablar pero sabía que si no decía nada iba a pensar que yo no a él y cualquiera posibilidad de estar con el se iba a esfumar
Una vez escuché la voz de Pamela aprobando mi trabajo me alejé y me posicione a un lado de ella
-Me tienes que contar su historia...Sebas sube un poco el te! Perfecto así está bien-Lo primero me lo susurro y yo sonreí inevitablemente
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Primera y última vez que acompañó a Pamela con las sesiones de fotos, aunque no lo parezca son muy cansadas, sobretodo porque yo estoy parada por más de 3 horas
-Hola-Salté del susto y se rió la persona que en había hablado, obviamente la reconocí
Volteé y lo vi, pude ver sus hermosas pecas que tanto amaba, las cuales solía contar cuando estaba aburrida en clase y me volteaba atrás para comenzar a contarlas.
