Aún recuerdo esa primera vez,
cuando sentí tus labios
tibios y tam suaves como una nube.Yo, roja como un tomate, posando mis manos sobre tus frías mejillas,
con un miedo enorme y un temblor inminente.Cómo iba a saber
que eso fue (de hecho, lo es)
el causante de todo aquello dolor que siento hoy.Que mayor error,
cuando acordamos intentarlo una segunda vez,
sin saber que al probar denuevo
íbamos a caer hipnotizados.A veces cierro los ojos,
y recuerdo nuestras frentes apoyadas,
tú me sonríes con vergüenza, y estas iluminado apenas por el sol y su dorada estela.Creo sentir tu fría mano sobre mi mejilla,
haciendo leves caricias y círculos
y por un instante creo estar en ese lugar.El pasado ya es cosa del atrás
y por más que quisiera
no puedo parar si se trata de no olvidarte.-Aft.
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Antología: Poemas y devociones
PoetryTengo bastantes poemas, y me gustaría compartirlos con ustedes;)