XI

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¿Acaso, cuando me recuerdasun calor, como una suave brisa del veranoenvuelve tu corazón? O acaso, cuando me recuerdas

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¿Acaso, cuando me recuerdas
un calor, como una suave brisa del verano
envuelve tu corazón?
O acaso, cuando me recuerdas...
¿Tu alma se congela?

Yo te recuerdo
cuando la tarde de oro brilla,
y cuando en el cielo veo estrellas discretas
asomarse curiosas entre la nebulosa llena de maravillas,
y cada vez que veo los dorados pastizales, iluminados por el dorado sol.

Eres mi más preciado recuerdo
decoras con tu amor mi corazón entre sus profundas repisas.

No se si me recuerdes ya
para ti ya debo ser un recuerdo más
como un eco perdido en la inmensidad,
una sombra que se desvanece sin más.

Pero en mi corazón, tú siempre allí estás,
cada momento contigo no puedo olvidar,
aunque el tiempo y la distancia nos separen,
tu recuerdo en mi alma va a perdurar.

Yo siempre recuerdo
cuando me dijiste que no podías dejar de admirar
mi belleza dorada
con tu juguetona risa enamorada.

Tu recuerdo es tan vívido como ayer,
cuando descansaba entre tus brazos,
sintiendo el deseo de querer volver
y sin temer.

¿Acaso, cuando me recuerdas
un dolor, como una dura estaca,
estremece tu corazón?
O acaso, cuando me recuerdas...
¿Tu alma se aterra?

Tristemente, todo esto ya pasó
tu yo enamorado ya no está
solo vive entre mi mente
y quizás ya arde en las nacientes llamas del dolor .

Es lamentable que todo haya sido tan fugaz,
como un amor, desvanecido como espuma en el mar
como algo cristalizado en un salar.

-Aft.

Antología: Poemas y devociones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora