Una semana desde la
hospitalización de Isadora.Vespera se había mudado al hotel a petición del demonio de la radio. Aunque le pareció inesperado, su padre, Vox, insistió en que aceptara la invitación, argumentando que sería de mala educación rechazarla, como si él tuviera alguna consideración por las buenas maneras.
Así que ahora vivía en el Hazbin Hotel, bajo la atenta, juzgona y controladora mirada de Lucifer. Si, Alastor había llevado a Vespera al hotel para mantenerla controlada, lo hacía desde las sombras, sin que ella se diera cuenta. Sin embargo, su esposo era mucho más obvio. Alastor no entendía cómo el mismísimo rey de la estafa no podía disimular mejor; pasaba las 24 horas del día vigilando todo lo que hacía Vespera. Al caer la noche, aseguraba la puerta de Isadora con magia angelical, para que Vespera no pudiera entrar a su habitación y molestar a su princesa.
“¡Lucifer, un poco de discreción!”, pedía Alastor, consciente de que una presión constante podría cambiar el comportamiento habitual de Vespera y hacer que ocultara su verdadera identidad.
Esa mañana, desde su balcón, Alastor observaba los juegos de convivencia de Charlie entre los participantes: sus encantadoras hijas y Vespera. Había instalado un micrófono en el suéter de Evelina para poder escuchar todo lo que Vespera respondía.
—Cariño~ —Lucifer apareció de la nada, acercándose y dándole un beso—. ¿Qué anotas?
Lucifer miró curioso la libreta en manos de su amado; todo lo que había escrito parecía una lista de puntos.
—Estoy evaluando a Vespera.
—Oh, a ver.
Le arrebató la libreta y comenzó a leer con atención. Los aspectos que Alastor consideraba importantes en una persona y en una pareja estaban destacados, y en rojo resaltaban: respeto, bienestar deseado por la pareja, educación y relación familiar. En esta última, Vespera solo tenía un punto.
—¿Por qué en la familiar solo tiene un punto? ¿Es porque es hija de esos bastardos que tanto odias?
—Mmm, admito que no me agraden para nada sus padres, pero lo anoté por la relación que tiene con ellos.
—¿A qué te refieres?
—Una vez le comentó a Charlie que no tenía buena relación con ellos. Nació de imprevisto; esos dos idiotas no esperaban quedar embarazados.
—Igual que nuestras hijas.
—Algo así, pero hay algo que las hace diferentes.
—¿Y eso es...?
—El cariño. Nosotros queríamos mucho tener a Isadora y Evelina cuando nos enteramos y las criamos con amor. Vespera, en cambio, escuché que Valentino confesó abiertamente que intentó provocarse abortos y también matarla cuando nació. Sus padres la negaron durante mucho tiempo, dejándola al cuidado de sus compinches. Cuando finalmente la reconocieron, fue Vox quien lo hizo.
—Si no quieres a tu hija, ¿para qué reconocerla después? ¿Habrá cambiado de opinión y empezó a amarla?
—Mmm, no lo dudo. Conozco a Vox más de lo que me gustaría admitir, y seguro su razón fue porque vio provecho en ella, tal vez para seguir con el negocio.
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𝗗𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝘁𝗮𝗿 𝗘𝗻 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼𝘀 🍎𝗥𝗮𝗱𝗶𝗼𝗔𝗽𝗽𝗹𝗲 📻
Fanfiction#AlastorMomWeek La aceptación de Alastor de lo sucedido con Lucifer no fue inmediata, sino el resultado de una serie de acontecimientos internos complejos. Aunque Alastor había vivido su vida sin buscar placeres carnales ni amor romántico, la llegad...