#AlastorMomWeek
La aceptación de Alastor de lo sucedido con Lucifer no fue inmediata, sino el resultado de una serie de acontecimientos internos complejos. Aunque Alastor había vivido su vida sin buscar placeres carnales ni amor romántico, la llegad...
¿Cuál podría ser el mayor deseo de una pareja con hijos? Sin duda, el anhelo de Alastor y Lucifer era disfrutar de un merecido descanso tras años dedicados a sus hijas y al trabajo en el hotel. Aunque amaban sus responsabilidades, necesitaban unas vacaciones juntos.
Así que decidieron pasar una tarde en el palacio del rey, que contaba con una playa artificial. Lucifer se zambullía en el agua, mientras Alastor lo observaba desde la orilla, refugiado bajo una sombrilla y leyendo un periódico. Hacía muecas al leer sobre una alianza entre demonios y reyes del infierno; "Eso no va conmigo", pensó.
Al no encontrar nada interesante, quemó el periódico con las manos. Se sacudió las cenizas y decidió concentrarse en Lucifer. Con gafas de sol, podía admirar a su esposo sin que este se diera cuenta.
Alastor se sentía atraído por su marido de una forma que no podía ignorar. Recordaba cómo Lilith y Eva habían caído en la tentación; él entendía su deseo, pero sabía que Lucifer era solo suyo, así como él era de Lucifer.
Con el calor subiendo, tomó un sorbo de su bebida y se sintió inquieto. Desde la distancia, Lucifer sonreía, conocía bien a Alastor y notaba su nerviosismo.
—¿A dónde vas? —preguntó Lucifer al verlo levantarse.
—Se acabó mi limonada, voy por más —respondió Alastor, acelerando el paso hacia la cocina. Al llegar, se echó agua fría en la cara, intentando calmarse, pero su corazón seguía acelerado.
De repente, sintió unas manos que lo abrazaban por la cintura. Era Lucifer.
—¿Tienes calor? —preguntó, sonriendo de manera seductora.
—Sí, así que quítate —dijo Alastor, sonrojándose, sorprendido de que su esposo notara su agitación.
—Mm~, ¿no quieras que te ayude? —respondió Lucifer, plantando un beso en su mejilla y acariciándolo, haciendo que Alastor se sintiera incapaz de resistir.
—¿Podras hacerlo?
—Claro que si —Lo besos bajaron a su cuello, provocabdo un suspiro de Alastor.
—Te doy permiso entonces~
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Enojado sería poco para describir lo que sentía. Estaba en su cama, con los brazos cruzados, emitiendo sonidos de un venado molesto y refunfuñando en su interior. No podía creer que su marido tuviera una reunión de emergencia con los pecados capitales, dejándolo allí con el deseo ardiente de tener una tarde de amor.
Cuando no tenia ganas Lucifer estaba disponible todo el maldito día, pero ahora, que él tenia ganas su esposo tenia que irse.
Sin más remedio, decidió volver a la playa y meterse en el agua. Vaya día de suerte.
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Esta cortito lo se, pero es trabajo honesto 😔 Mi cabeza no me dio para más, la inspiración se me acaba, pero, no quiero dejar la historia inactiva, de verdad que la quiero acabar bien.
Asi que, si tiene una idea no duden en comentarla para ayudar a esta humilde escritora, dare creditos 😫.
