Benjamin y el agua... ¿O el agua y Benjamin?
La mano de mamá y la mirada atenta de papá, nunca me había dedicado a ver o intentar ir mas allá de la orilla, en realidad nunca quise. Una mano me empujó, conocí la profundidad
Papá me gritaba que baje, mientras yo terminaba de atarme los cordones. Odio que me apure cuándo ni siquiera estoy llegando tarde. Siempre me hace lo mismo.
Abajo estaba mamá detrás de la isla, preparando mi juego verde y el almuerzo para más tarde. Del otro lado estaba sentando Daniel, con la misma cara de rechazo que lo caracteriza, tomando su café. Tomé la vianda y salí a encontrarme con papá. Mientras mamá me decía que me cuide.
Subí al auto, dejando la mochila atrás y quise conectar los auriculares pero estaban sin batería. Entonces me tuve que aguantar las charlas sobre prevención de papá y a "I want to break free" acompañando como banda sonora.
Cuando llegamos, casi que salto del auto. Pasé entre entrenadores y algún que otro compañero hasta llegar a los vestidores. Me cambié dejando la ropa arrugada en la mochila, deseando ya entrar en el agua. Entre ella vibraba mi celular marcando una llamada entrante de mi novia, aún sabiendo mis horarios se encaprichaba en hablarme cuando ella quería, iba a tener que esperarme.
El agua de la piscina se siente precisamente como lo que siempre fue, un golpe frío que me hace reaccionar y darme cuenta que estoy vivo, me lleva al momento donde casi fue la autora de mi muerte. Mis papás adoraban llevarnos a Daniel y a mí a pasar las vacaciones en el campo de la abuela cuando éramos chicos, habían invertido en una larga pileta para mantenernos entretenidos. Los adultos dentro de la casa discutían sobre sus problemas, y con mi hermano corríamos alrededor del patio, no recuerdo mas allá del grito de papá y de la sensación de un vacío que me empujaba profundo. Desde entonces los abuelos y mamá insistieron en meterme a las mejores clases de natación que pudieran encontrar, y de Daniel no supe por un mes, de todos modos ambos habíamos empezado a tener rutinas sin descanso.
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Saliendo del club solo me quedaban las peores 6 horas del día, las del colegio obviamente, dentro del aula me esperaban mi novia y Tomas charlando sobre el último partido de River, yo no soy de prestarle mucha atención al fútbol cosa que por algún motivo sorprendia a muchos.
- ¿Viste el partido de ayer ben, que opina tu viejo?- Me decía Tomas, conocedor de que mi papá era fanático y socio activo de river. No me gusta no saber las cosas, el abuelo siempre me dice que no saber no es una caracteristica nuestra, saque el telefono e investigue en el primer articulo que me aparecio
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