Esta historia no me pasó a mí, sino a una amiga mía, que le he dicho que estoy escribiendo mis aventuras y me dijo si podía publicar una suya, le dije que sí lógicamente, pero que la escribiera ella. Me ha enviado el texto y paso a publicarlo.
Hola me llamo Maria Jesús, soy amiga de Montse. Tengo 39 años, mido 158, castaña, media melena, me cuido bastante y tengo buen cuerpo, no como cuando tenía 20 años pero me dicen que estoy buena, 95c de pecho, no me he casado, nunca he querido tener pareja estable, tengo un hijo (Javi) de 20 años. Esto que voy a explicar pasó el verano pasado.
Fuimos a pasar un fin de semana largo a un pueblo del pirineo, cogimos una habitación en un hotel pequeño, sin ningún tipo de lujo. La habitación era pequeña, con una cama de matrimonio con una tv en la pared, una pequeña mesita al lado de la puerta, un armario también pequeño en un rincón y un baño.
Llegamos el jueves a media tarde y lo único que hicimos fue dar una vuelta por el pueblo, que no tenía más que tres calles, cenamos y fuimos a dormir. A mi hijo le noté un poco raro al tener que compartir cama conmigo.
El viernes por la mañana hicimos una excursión por la montaña, yo me vestí con unos leggins blancos, una camiseta ajustada rosa, sujetador y tanga también de color blanco. Y Javi con un short y camiseta. Comimos en un restaurante. Mientras comíamos cambió el tiempo y se puso a llover, así que nos fuimos al hotel.
En la habitación no había aire acondicionado y el calor que hacia dentro era insoportable. Javi se duchó primero y cuando salió envuelto con la toalla entré yo en la ducha. Cuando salí se había estirado en la cama, con unos boxers blancos, mi hijo mide 190 y tiene cuerpazo, eso tengo que reconocerlo, había abierto la ventana pero aun así no entraba nada de aire, y fuera seguía lloviendo. Yo me senté en la cama y me quité la toalla, el solo me veía la espalda, terminé de secarme y la maleta estaba en el suelo, me agaché para coger un sujetador y unas bragas y al girarme ví que Javi volteaba rápido la cabeza. El conjunto era sujetador y culote de seda, color blanco y de encaje, vi más normal un culote que un tanga al tener que estar en ropa interior con mi hijo en la cama. Me tumbé a su lado y nos pusimos a mirar la tele.
Cuando se hizo la hora de cenar, me dio pereza vestirme y le dije que se pusiera unos pantalones y bajara al bar del hotel a por dos frankfurts y comerlos en la habitación.
Después nos volvimos a estirar en la cama y pasamos varias cadenas de la tele hasta que en una empezaba una película. Al poco de empezar hubo una escena de sexo bastante explícita y vi como Javi se tapaba con la sabana la parte del boxer. Sin querer se me escapó una sonrisa.
-De que te ríes?
-De nada de nada, hace un calor espantoso y te tapas? Y volví a reír
Él se puso rojo como un tomate
-No te ruborices Javi, lo preocupante sería que viendo esa escena no tuvieras esa reacción, todo el mundo se excita cuando se ven escenas sexuales, es normal.
-Ya sé que es normal, pero joder, eres mi madre, estamos pegados en la misma cama y en ropa interior..........
-No me voy a asustar, en casa duermes desnudo y no cierras la puerta, cada mañana te la veo como una piedra antes de que te despiertes jajajaja además a mí también me está pasando lo mismo, no soy de piedra, y no me tapo jejeje
-Pero tú no tienes un plátano duro entre las piernas que tengas que disimular.
-No tienes por qué disimular nada, aunque en casa bien que sabes aflojar el plátano jajajaja, lo sé porque tu cama hace ruido, y cada noche, y no lo puedes negar, oigo un ñiñiñiñiñiñiñi muy seguido acompañado de algún golpe del cabezal contra la pared, y las manchas que me encuentro en las sábanas......... no hace falta ser muy lista para saber que estás haciendo.