Capítulo cinco.

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Yoichi estaba mareado.

Mareado por toda la confusión que le provocaba Michael Kaiser. No podía entender al Alfa, todas sus acciones eran tan confusas, no tenía idea de lo que pasaba por la mente de un alfa tan… tan extraño como él. 

A su lado se había quedado Ness, quien también era complicado de entender.

—Joven Ness… —El omega trató de hablarle.

—Hiciste enojar a Kaiser, tonto omega —dijo y después se fue.

Qué complicados. Pensó en cuanto se quedó solo.

 Debido a todo lo que había pasado en tan solo unos pocos minutos, se podría decir que Yoichi estaba bastante preocupado de lo que pudiera pasar. Se había quedado a solas con esos dos alfas que eran bastante inestables, en especial, Kaiser.

Ninguno de los dos se comportaba de manera agradable, tal vez Ness era un poco menos cruel, pero Kaiser estaba mal, demasiado mal. Aunque pensaba en las mil y una formas en las cuales pudiera ayudarlo, no sabía qué hacer.

Temía que en cualquier día lo llegara a lastimar, pero al ver que por momentos lograba calmar al Alfa con su aroma, tenía un poco de esperanzas en lograr algo por él. Esa fue la razón por la que fue comprado.

Tal vez si daba buenos resultados, podrían ser más amables con él y, en algún punto, dejarlo ir. Sería un sueño hecho realidad poder escapar lejos de cualquier Alfa.

Solo tenía que cuidar muy bien a Kaiser. Aunque por ahora lo mejor que podía hacer era prepararle algo para comer; dicen que un estómago lleno ayuda en el ánimo de una persona, ¿por qué no intentarlo?

Además, Yoichi se había dado cuenta de que, por el enojo, Kaiser ni siquiera había comido algo. Podía aprovechar para prepararle algo delicioso y así lograr tener un poco de aceptación.

Yoichi sonrió, sí, eso era lo que debía hacer. 

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La cocina de esa gran mansión era grande, había muchos recipientes, platos y cubiertos perfectamente ordenados. 

Como no había mucha servidumbre, decidió hacer algo por su cuenta, ya que sabía cocinar. Había aprendido desde que era un niño gracias a su madre. Le encantaba aprender mucho de cocina e incluso a cierta edad se imaginaba en el futuro cocinando a su futuro esposo Alfa. En ese entonces era demasiado inocente sin conocer la crueldad en que se hallaba el mundo real, pero eran buenos tiempos y sentía mucha nostalgia por lo mucho que extrañaba a su madre.

Tal vez debería prepararle a Kaiser las galletas que hacía con ellas en las tardes, eran una receta deliciosa y siempre le quedaban perfectas. A pesar de haber sido arrebatado de sus padres, se sabía esa receta de memoria, como un recuerdo que jamás olvidaría.

El primer paso para llevarse bien con Kaiser e incluso Ness y no tener más problemas, debía salir perfecto.

Se puso un delantal que había encontrado en un perchero en la esquina de la cocina y pensó en que se veía tal y como lo había imaginado en la infancia, con un delantal a punto de preparar algo delicioso para su marido, excepto que… Kaiser no lo era y nunca lo sería. De solo pensarlo, sentía un malestar en la cabeza.

Solo quería intentar llevarse bien con él y no sufrir más. Eso era todo, sin otras intenciones detrás.

Después, se dispuso a buscar todos los ingredientes, que para su suerte había de todo en los estantes y refrigeradores. Era increíble lo que se podía hacer gracias al dinero. Sus ojos azules brillaron de felicidad viendo cómo había una gran cantidad de recetas que podía hacer para los próximos días.

Through the Dark (Kaisagi • KIIS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora