¿Puedo llamarla esta noche? Daniel X Betty

Capítulo 23

Cuando Daniel se fue, se empezó a dibujar una sutil sonrisa en su su rostro y su humor mejoró considerablemente, no solo por haber presenciado por fin un desliz de Armando, sino porque estaba tomando una cercanía cada vez más fuerte con la doctora.

Cuando llegó al estacionamiento, vio ahí ya el carro de Marcela y supo que ella lo esperaba arriba

-Marcela- saludo más efusivo de lo normal al verla en el sillón- cómo estás?

-Bien, gracias, y tu?- le pregunto y le ofreció un beso de mejilla

-Mejor que nunca

-Ah, si? Y eso?

-Marcela, la derrota de Armando es cada vez mas evidente, no crees? -le contestó tratando de disimular su evidente alegría

-Ay Daniel, deja ya la rivalidad, solo lo sabremos hasta que se saque la primera colección, y ten en cuenta que no pasamos por alto tu colaboración, créeme.

-Claro...-ironizó el, dándose cuenta de que obviamente Armando no le contaba nada a Marcela. Que patético

-Pero bueno, no creo que solo por eso estás de bueno humor, no?- le preguntó risueña y Daniel intentó borrar la sonrisa que tenía

-No, para nada, simplemente me puse bien de que vinieras- mintió, pero no convenció a su hermana, quien sabía que el no se conmovía por razones tan fraternales

-Seguro, Daniel? Creo que más bien es algo más personal, no se, no eres el tipo de hombre que se sensibiliza al ver a su hermana...

-Si Marcela, si me sensibilizo algunas veces aunque me veas como un tipo frío

-No, nunca pensé eso... entonces...?

-Entonces qué?

-Solo espero que esa mujer sea de mi agrado, que te haga feliz- dijo Marcela juguetona, poniéndose de pie para darle la espalda

-Si estuviera buscando pareja, Marcela, en lo que menos me fijaría es en si te cae bien... Bueno, al menos para regresarte el juego por lo que tienes con Armando- se burló, pero reconoció para si que ella tenía razón, e incluso le sorprendía lo rápido que se notaba. Marcela solo hizo una mueca, pero le interesaba mucho el tema- y ya que lo mencionas, no le soy indiferente a una mujer...

-En serio, Daniel?-Marcela se giró emocionada- Es tu pareja?

-Claro que no. Simplemente digo que no le soy indiferente. No estoy enamorado, no la amo, no es... ni siquiera la veo como una mujer atractiva. Solo la considero, la pienso, me cautiva su inteligencia. Tú sabes que no puedo bajar mis estándares, si no fuera por que está a mi nivel jamás me fijaría en ella- confesó, pero muy en el fondo si estaba enamorándose.

-De que familia es? - quiso saber Marcela para darse una idea, pues pensó que al decir "está a mi nivel" se refería a una posición económica

-Aunque la conozcas, no la aceptaras. De hecho puedo decir que no es el tipo de mujer que te caería bien. Tal vez solo llegues a aceptarla si yo te lo pido- declaró el sin detenerse a pensar que diría Marcela, pues una particularidad entre ellos era la sinceridad

-No me digas, Daniel, que estás con una pobretona como esa de la Beatriz- dijo molesta ella, girándose para verlo a los ojos. Daniel se comenzó a tensar

-Marcela, como ya te dije, no estoy con nadie. Si lo estuviera, no tengo porque esconderlo, es imposible que me avergüence por algo así, pero no te confundas, a mi no me interesa en lo más mínimo el nivel económico de una mujer si tiene afán de progresar, y si trabaja y gana como profesional. Pero cuéntame una cosa, por qué tu desdén con Beatriz? Te irrita que no sea de la alta sociedad?- aclaró Daniel

-No, me irrita que es una atrevida desde que llegó. No ha hecho más que meterse en la vida íntima de Armando.- respondió enojada

-En la vida íntima de Armando, es que ella le maneja la agenda personal?

-Si. Y no sabes la confianza que le ha dado Armando, como si fuese su confidente.

-Bueno, no sé por qué te molesta, después de todo es su asistente, y si sospechas que ella está involucrada en las infidelidades de tu novio, enójate con él, Beatriz solo trabaja bajo su mando- le aconsejó, pues jamás entendió la razón de que su hermana se fijara en alguien tan corrompido y mentiroso- Aún así, deja tus prejuicios Marcela, que yo dejé los míos cuando empezaste con Armando

Marcela parecía visiblemente consternada, pues reconocía que en parte era cierto, pero también sentía un ligero alivio al ver que su hermano tal vez estaba por fin conociendo a alguien después de tanto tiempo.

-Bueno, pero no hay que desperdiciar el tiempo hablando de Beatriz. Mejor cuéntame quién es. Si no quieres, por lo menos descríbela.- pidió Marcela cambiando el tema

-Hermanita, es más sencillo de adivinar de lo que crees. Es brillante. Tiene metas, trabaja y gana como profesional, es soltera obviamente, sabe de cultura, arte, cine, en más de una ocasión me he encontrado en la vergonzosa obligación de terminar la conversación temiendo que ella me humille con tanto conocimiento. Como dije antes, no es atractiva, o más bien, no causa deseo sexual en mi, pero considero que puede ser una mujer de padecer. Es lo que busco desde que dejé el horrible hábito del mujeriego, y tú lo sabes. -Explicó Daniel recordando a su querida Betty- si quieres una descripción física, me niego a dártela porque te conozco. La menospreciarías antes de "conocerla"... aunque tal vez me gusten sus ojos, almendrados, cafés, tiene pestañas largas...

-Bueno bueno Daniel, aunque lo niegues, estás enamorado. Es evidente de alguien que habla así de ella

-Reconocer sus virtudes no es estar enamorado Marcela, y si fuese así, te aseguro que yo estaría hechizado ante ellas. Simplemente siento una profunda veneración hacia esa persona. Y, Marcela, si es que algún día logro amarla, por favor, respétala como a mí.- le pidió con seriedad, y por primera vez imagino una posible relación con Betty

-lo prometo- aseguró Marcela muy intrigada por la misteriosa mujer.

El resto de la noche no se tocó el tema, se procuraron más bien por otros asuntos y a intercambiar opiniones de hermanos. Daniel sentía un pequeño hueco en la garganta por haberle contado a Marcela una milésima parte de sus sentimientos.