༄𝖈𝖔𝖉𝖊𝖓𝖆𝖒𝖊 𝖆𝖓𝖆𝖘𝖙𝖆𝖘𝖎𝖆 ≣▓ 𝓞𝓝𝓔 𝓢𝓗𝓞𝓣𝓢෴ ༘

ღ★𝖑𝖎𝖙𝖙𝖑𝖊 𝖈𝖍𝖊𝖗𝖗𝖞⚜︎2🍒

El clima era frío y gris pero con un ambiente muy relajante, un aroma exquisito a café y el momento justo para una siesta. Con los ojos entrecerrados se encontraba Taekjoo al frente de la chimenea, con una prenda de Zhenya muy grande y elegante que cubría todo su cuerpo congelado por el frío; sus ojos eran cada vez más pesados por lo que se acomodó en el piso y se acostó a dormir. El rubio se encontraba en su laboratorio, buscando el antídoto perfecto para devolver al moreno a su forma original y no había descansado hace ya unos días, tenía ciertas ojeras notorias y el cabello muy desordenado, ya hasta parecía un científico loco con esa apariencia pero eso no le quitaba su atractivo e incluso le llamaba mucho la atención a Taekjoo que se viera así de demacrado.

Su cuerpo se volvió ligero, entrando en un sueño profundo, su rostro se relajó y se durmió de lado mientras la chimenea transmitía su calor a través del aire, parecía un niño pequeño abrazado por los brazos cálidos de su madre, sólo que esta vez ella no estaba. Él no lo negaba, extrañaba a su familia y ya había pasado mucho tiempo además de que Zhenya permanecía todo el día en su laboratorio y sólo se veían de vez en cuando y cuando lo hacían el rubio permanecía en silencio mirando hacia otros lugares, no le dirigía la mirada haciéndole pensar que se estaba volviendo loco de tanto hacer cálculos y eso le molestaba tanto que no esperaba el momento de volver a casa.

Sumido en un sueño extraño en donde se encontraba en múltiples lugares deshabitados pero coloridos y con una vibra extraña se sintió relajado, era como un viaje entre dos realidades distintas, en donde sólo estaba él, explorando los diferentes lugares llamativos de su subconsciente, de repente oyó la melodía proveniente de algún instrumento que lo devolvía a la realidad cada vez más, despertándole de su profundo sueño y haciendo que abra sus ojos lentamente. La melodía no era molesta, pero sí muy fuerte; lo primero que notó al mirar hacia la gran ventana es que el sol ya se había escondido, la hermosa y preciosa luna iluminaba la noche al igual que el agua de la playa que se encontraba en frente de la mansión. Bostezó y estiró su cuerpo, había dormido tanto que lo único que sabía era que la noche había arrivado, más no la hora. Se levantó del suelo y caminó hacia el segundo piso, en busca del rubio y del lugar de donde provenía aquella melodía, mientras subía las escaleras se despertaba aún más y al llegar, pudo sentir una deliciosa fragancia a shampoo y perfume que conocía perfectamente. El laboratorio estaba cerrado algo que le hizo sonreír ya que reconocía que Zhenya merecía un descanso de tanto trabajo. Se dirigió hacia la sala y al pasar por la puerta, pudo ver por una pequeña ranura aquel hermoso hombre tocando algo que era desconocido para él, pero era grande y llegaba hasta el piso, se quedó hipnotizado, era como una deidad tocando una canción para ascender al paraíso, su cuerpo se estremeció por el viento de la noche y por las emociones que le ocasionaba aquella hermosa pieza. Miró cautelosamente, no quería ser descubierto y observó cada movimiento de Zhenya, estaba con un traje, el cuál estaba abierto a la mitad de su pecho mostrando su hermoso tatuaje, la corbata estaba un poco suelta y un lado caía por su cuello, los botones de las mangas de la camisa estaban desabotonados y tenía su característico peinado, ¿acaso él había salido sin avisarle a Taekjoo?, no podía evitar pensar eso.