Momentos de Celos
Era un día soleado y caluroso, y la sala de estar de Jay estaba llena de risas y charlas animadas. La atmósfera estaba cargada de energía, mientras Jay y Jake se acomodaban en el sofá, prestando atención a Yeonjun, quien contaba historias divertidas. Su carisma natural siempre lograba captar la atención de todos.
Mía y Lilly, sentadas cerca, intercambiaron miradas de frustración al notar cuánta atención le estaban dando Jay y Jake a Yeonjun.
-¿Te das cuenta de que parecen dos perros salchicha persiguiendo a su dueño? -dijo Mía, haciendo una mueca.
-Exactamente -respondió Lilly-. ¿Por qué no nos miran así a nosotras?
Ambas se miraron con una chispa de desafío en sus ojos. Decidieron que era hora de hacer algo para recuperar la atención de los chicos. Con una sonrisa conspiradora, comenzaron a trazar un plan.
Más tarde, Mía y Lilly se cambiaron de ropa y se pusieron unos disfraces de conejitas, seguros de que eso llamaría la atención de Jay y Jake. Cuando entraron en la sala, sus corazones latían con emoción y un poco de nerviosismo.
-¡Sorpresa! -exclamó Mía, haciendo una pose exagerada.
Sin embargo, cuando Jay y Jake las miraron, la expresión en sus rostros no era la que esperaban. En lugar de admiración, se notaba el asco.
-¿Qué se supone que es eso? -preguntó Jay, arrugando la nariz.
-¿De verdad creen que esto es atractivo? -añadió Jake, mientras trataba de contener la risa.
Mía y Lilly se miraron, sintiéndose un poco ridículas, pero decididas a no rendirse. A pesar de la falta de reacción positiva, continuaron intentando coquetear con los chicos, pero los resultados no fueron los esperados.
En ese momento, Yeonjun entró en la habitación, luciendo un traje corto de maid que hizo que todos se giraran hacia él. La combinación de su actitud juguetona y la sorpresa de su atuendo atrajo la atención instantánea de Jay y Jake.
-Chicos, ¿quién necesita un poco de limpieza? -dijo Yeonjun, riendo mientras se acercaba.
Jay y Jake no pudieron evitarlo; sus ojos se abrieron de par en par, completamente cautivados por la visión. Era como si todo lo que había sucedido antes se desvaneciera. Jay, con una sonrisa de incredulidad, murmuró:
-Esto... esto es una locura.
Lilly y Mía, al ver la reacción de los chicos, sintieron un ardor de celos. Mía se cruzó de brazos, su rostro reflejando su frustración.
-No puede ser, ¿por qué ellos? -murmuró.
Jake se levantó rápidamente, casi olvidándose de la presencia de Mía y Lilly, y se acercó a Yeonjun.
-Esto es lo mejor que he visto hoy -dijo, riendo-. ¿Dónde conseguiste eso?
Yeonjun solo sonrió, disfrutando de la atención. En un impulso juguetón, decidió que era hora de acercarse un poco más a los chicos. Se acercó a Jay y Jake, quien estaban a punto de hipnotizarse con su presencia.
-¿Qué tal si me cubren con una sábana? -preguntó Yeonjun, sonriendo traviesamente.
Sin pensarlo dos veces, ambos chicos se apresuraron a buscar una sábana, cubriendo a Yeonjun de una manera que les hizo sentir que estaban cuidándolo. Mientras lo hacían, una risa ligera llenó el aire.
-¡Eso es un verdadero servicio! -exclamó Jay, mientras Jake lo ayudaba.
Yeonjun, en medio de risas, se inclinó hacia Jay y le dio un rápido beso en la mejilla.
