Me sentía solo en medio de la multitud. Las personas que me rodeaban parecían llevar vidas plácidas y ordenadas, mientras que yo naufragaba en un mar de dudas e incertidumbres. La ansiedad me aislaba, construyendo un muro invisible entre yo y los demás. La universidad, en lugar de ser un espacio de crecimiento y descubrimiento, se convirtió en un recordatorio constante de mis limitaciones, El aire me faltaba. Mi corazón latía como un tambor frenético. El mundo a mi alrededor se volvía borroso. Otro ataque de ansiedad me había sumido en el caos.
recuerdo que por culpa de ello aleje a mi mejor amigo y a quien en ese entonces era mi pareja lo cual hace que me arrepienta de las decisiones que tome para poder cortar esos lazos a pesar que aunque hubieran seguido en mi vida nos hubieramos llevado a un completo caos.
cuando Miro hacia atrás y me doy cuenta de que fui yo quien la alejó. Mis ataques de ansiedad, mi necesidad enfermiza de espacio, la fui asfixiando poco a poco. Cada vez que me alejaba, cada vez que le decía algo hiriente en un arranque de pánico, la iba empujando más lejos. Y al final, la perdí. La culpa me devora por dentro. Recuerdo aquella noche, acurrucados en el sofá. Estaba teniendo un ataque de ansiedad, y en lugar de buscar consuelo en ella, la empecé a acusar de no entenderme. Le dije que era una carga, que no me merecía. Vi el dolor en sus ojos, la decepción en su rostro. Y aun así, seguí adelante, empujándola cada vez más lejos hasta que finalmente se rindió.
No fue solo la ansiedad. La pérdida de mi abuelo me dejó un vacío enorme. Sentía que nadie podía entender el dolor que llevaba dentro. Y mi relación con mis padres y mi hermana nunca había sido fácil. Siempre había sido el fuerte, el que tenía que resolver todos los problemas. La responsabilidad de mantener a mi familia unida me pesaba como una losa. Fingir una sonrisa cuando por dentro me estaba desmoronando era agotador. Necesitaba desesperadamente escapar, encontrar un lugar donde pudiera ser yo mismo, sin máscaras ni pretensiones. Pero al alejar a las personas que me querían, solo conseguí aislarme aún má, lo que provoco que cayera en un bucle continuo de enojos, tristeza y vivir en modo automatico porque eso me hacia sentir que buscaba un motivo por el cual continuar.
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Más allá de la tormenta
Teen Fiction"Todos enfrentamos tormentas en la vida. Momentos de dolor, pérdida y confusión que nos sacuden hasta los cimientos. Pero ¿qué hay más allá de esas nubes oscuras? En estas páginas, encontrarás un faro de esperanza, una guía para navegar los desafíos...