Vida Normal

II

Fue la primera vez que se activo el sensor de peligro desde que llegué, casi al instante escuché un grito ser ahogado rápidamente, me acerco hacia el borde para encontrarme con unos hombres subiendo a lo que parecía ser un hombre de 55-60 años. Los pocos transeúntes que pasaban por ahí se limitaron a mirar y uno que otro llamó a la policía.

La camioneta empezó a avanzar de manera rápida, estaba agradecido de que de noche, así las personas sólo verían unas fugaces luces verdes, sin tiempo que perdí comencé a seguir la camioneta, al menos podría hacer una buena acción para olvidar un poco todo lo que pasaba. Alrededor de 30 minutos después, llegaron a una zona aparentemente abandonada, parecía una casa que fue construida a medias, la camioneta se estaciono en frente de dicha casa/cobertizo mientras bajaban al hombre, subí al techo de la casa, intentando hacer el mínimo ruido posible, me quedé flotando para que no escuchen pisadas o algo por el estilo.

Mire por donde habíamos llegado, no parecían ser unos simples secuestradores, la razón de eso es que tenían un anillo de seguridad relativamente bien formado para atrapar a cualquiera que entre por tierra, no te esperas que una persona llegue flotando sin más. Ahora me fijé en la casa, entre por un hueco lo suficientemente grande como para pasar sin hacer ruidos.

Y ahí estaban los secuestradores, apresando al hombre a una silla, en un momento como este hubiera actuado ya, sin embargo quería saber un poco de lo que estaba pasando, así que por precaución, use los látigos negros para ponerlos cerca de esos hombres y si era necesario noquearlos sin mucho problema. Segundos después apareció otro hombre por la puerta, parecía tener un porte algo elegante, sin embargo tenía un carácter serio y un físico bastante bien formado, si me apresuro un poco diría que es un ex-militar.

- *se puso frente al hombre en la silla* Señor Matsuo, supongo que ya sabra porque se encuentra en esta situación, cierto?

- *El hombre en la silla ahora conocido como Matsuo se limitó a mirar para abajo y negar con la cabeza*

- Entonces, sino sabes porque estas aquí, el apellido Ayanokouji te debería de dar una pista *El hombre sonrió al ver la breve reacción de Matsuo* Podemos hacer esto por las buenas o por las malas *Dijo sacando una pistola con un silenciador* Sólo necesito algo de información acerca de el, más específicamente ese proyecto conocido como Sala Blanca.

- *Matsuo levanto la mirada luciendo algo cansado* ...Da igual si te digo algo, de todas formas me matarás, no soy estúpido. Nadie se arriegaria a que el señor Ayanokouji sepa que están haciendo algo para sacarlo del mapa.

- *El hombre lo vio con una mirada aburrida* Tienes razón, para tu mala suerte, el idiota de Ayanokouji se está metiendo mucho en nuestras vidas políticas, haciendo que la vista de Naoe-sensei vaya hacia un lado que no nos favorece. Una vez con Ayanokouji desaparezca todo volvera a la normalidad *Una sonrisa pretenciosa se hizo presente en su rostro* Te propongo algo, si me dices lo que necesito saber, te dejaré vivir, con la condición de que me tienes que servir a mi, ¿qué te parece?.

- *Matsuo recordó al joven hijo de Ayanokouji, parece que no podría ayudarlo como le hubiera gustado* Me niego, no importa lo que haga de todas formas moriré.

- *Una mirada de decepción se hizo presente* Que perdida de tiempo *Cargo el arma*

Antes de que pudiera apretar el gatillo, escucho varios ruidos fuertes a su alrededor, sólo para ver a sus hombres tirados en el suelo, cuando volvió su mirada hacia Matsuo, se encontró con alguien más bajo que el, un chico de peliverde con un par de cicatrices en la cara. En el momento en el que iba a usar su pistola lo único que sintió es un fuerte dolor en su mandíbula y lo siguiente que vio fue el color negro.