Tormenta

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(Reeditado)

Chuuya conocía a Dazai lo suficiente como para saber que le pasaba algo.

No es que exactamente le importara, le parecía una persona muy molesta e irritante. Pero no lo vio en todo el día por ningún lado de la Port Mafia, ninguno de sus amplios pasillos y ninguna de las habitaciones frías de la parte baja del edificio.

Aunque él quería pensar que no lo estaba buscando, tan solo paseando.

Finalmente decidió ir a su habitación, solo un minuto, a ver por qué no lo veía por ningún lado. Tenía bien pensado regañarle en cuanto abriera la puerta por saltarse el trabajo. Sabía que Dazai era perezoso, pero de todas formas...era extraño, inusual. Se acercó a la puerta y no escuchó ningún ruido proveniente de adentro del lugar, pero levanto su mano para darle unos golpecitos leves y esperar.

Pero no hubo respuesta, solo un silencio hueco.

Después escucho pasos, así que Dazai ya no podía esconderse de él. Volvió a golpear la puerta ligeramente.

-Oye, idiota, abre la puerta...-

Dijo desde el otro lado. Su voz se escuchaba ligeramente molesta...

-Mm...no quiero. Vete..-

Respondió Dazai desde el otro lado con su usual tono de voz arrogante y caprichoso. Si quería sacarle de quicio, lo estaba consiguiendo.

-Mori pregunta por ti, ¡solo abre la puerta!-

Resopló el pelirrojo, perdiendo la paciencia. Poco a poco. Como un reloj. Estás cosas pasaban a menudo.

Dazai abrió la puerta lentamente y solo se quedó mirando a Chuuya con desinterés. Su pelo estaba ligeramente revuelto y parecía un poco cansado.

-¿Por qué faltaste al trabajo?-

Chuuya no sabía que se suponía que debía decir. Sentía curiosidad por saber el motivo de su ausencia aunque lo más probable es que Dazai se negara a darle explicaciones. Eran sobre las 6pm, como no le habían visto en todo el día y estaba atardeciendo se acercó a preguntar...

-Me encontraba mal, de todas formas, ¿Qué te importa?-

Contestó secamente, claramente tratando de acabar la conversación y cerrarle la puerta en la cara lo antes posible.

Chuuya resopló en contestación, cruzando sus brazos como hacia de costumbre cuando se molestaba.

-A mi no me importa! Lo pregunta Mori, idiota-

Lo que dijo fue medio verdad medio mentira...claro está, que no pensaba admitirlo jamás.

-Pues ya lo sabes, puedes irte Chibi-

Chuuya sentía que podría estrangular al chico en frente de él en cualquier instante, pero se contuvo, por muy sorprendente que parezca.

-¿Has tomado medicina?-

Murmura, aunque ni siquiera entiende por qué se preocupa.

Dazai pensó en mentir para que le dejara en paz pero sabía que no funcionaría así que se limitó a encogerse de hombros.

-No-

-¿¡Y porqué no, idiota?! Se que eres un vago pero no tanto, vamos déjame pasar-

Resopló Chuuya de nuevo, sus brazos ya no estaban cruzados, ya que intentaba abrir la puerta. Dazai se congeló en el sitio por unos segundos antes de tratar de detenerle, tratando de no parecer nervioso.

-¿Que escondes?-

-Nada-

-Pues déjame pasar.-

-¡No quiero! Es una violación de privacidad!-

-No me vengas con esas, ¡déjame pasar!-

Probablemente pasaron 5 minutos discutiendo sobre lo mismo hasta que Chuuya consiguió acerlo a un lado y entrar en el apartamento. Dazai trato de empujarle aunque tampoco sirvió de mucho. Se asomó a la puerta del baño, que estaba medio abierta pero tan solo vio unas tijeras en el suelo así que no pensó mucho sobre ella y se giró a Dazai de nuevo.

-¿Que escondes?-

-Ya te dije que nada!-

-No te creo.-

-Pues ese es tu problema, ¡no el mío!-

Chuuya se decidio por simplemente observarle durante unos segundos. Vio como la venda que cubría su muñeca estaba ligeramente de un color rojizo. Luego recordó las tijeras en el suelo del baño y se giró a mirarlas por un segundo...Ah.. pues ahora si tenía sentido.

[❄️]

HOLASS nada más publique esta parte voy a hacer la P2 pero igual, espero que les guste, es mi primer fanfic de todas maneras, bueno, se me cuidan, BYEE

Bajo las vendas||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora