Bajo las vendas||

Frío

Viernes, 10:30pm.

Habían pasado unos 15 minutos desde que Chuuya estaba de vuelta en su apartamento. No era muy grande pero le gustaba. Era definitivamente mejor que el garaje/basurero en el que vivía cuando estaba con las Ovejas. No es que echara de menos a sus antiguos amigos, más bien sentía curiosidad por como les estaba llendo sin él.

El apartamento tenía una habitación, un baño pequeño y una cocina en el lado izquierdo de la puerta de entrada. A pesar de que Dazai pasó un día entero molestando al de cabellos rojizos y llamándole "infantil"
(sabiendo perfectamente que el que actúa como un niño pequeño es él)
A Chuuya le gustaba la ligera decoración que añadió. Había colocado (tras tropezar tres veces debido a su altura) unas estrellitas y planetas en el techo de la habitación justo arriba de su cama. Cuando se acostaba para dormir, se entretenía observando y contando los destellitos, una y otra vez, pues brillaban en la oscuridad con un aura amarilla-verdosa.

El castaño le reprochaba que eran molestas, incluso si el no dormía allí. Era el tipo de persona que solo conseguía conciliar el sueño cuando "Se encontraba en amor y paz" o al menos eso es lo que contaba.

Chuuya había pedido un taxi para volver a los edificios de la mafia.
Dado que tanto él como Dazai eran menores de edad, lo más fácil era que vivieran en aquellos edificios. Chuuya no podía exactamente rentar un apartamento por su cuenta, pués no tenía suficiente dinero por el momento y lo que conseguía lo gastaba en un vino caro cuando tenía la oportunidad.

Como fuera, se suponía que Hirotsu debía recogerle junto a Dazai pero, como el castaño estaba molesto por lo que Chuuya dijo y se fue por su cuenta, este se quedó solo.

No me apetecía tener que hablar con Hirotsu o explicar la ausencia de su compañero vendado.

Por eso optó por irse el solo también.

Pidió al taxista que se detuviera unas paradas antes, por si le veía entrar en el edificio que funcionaba como tapadera de la Port Mafia.

Simplemente era un lugar raro en el que un adolescente se bajaría a las diez de la noche.

Dazai era como su vecino. Vivían en habitaciones diferentes pero estaban una al lado de la otra.

Por eso Chuuya se despertaba antes de lo previsto. Salía más pronto para evitar ver a Dazai e iniciar alguna pelea sin sentido que solo acabaría con una Kōyo molesta sermoneando a Dazai.

No funcionó por mucho tiempo, el idiota de vendajes se dio cuenta a los dos días y también comenzó a salir más pronto de su habitación. Lo hacia mientras alegaba que  "Chuuya le estaba siguiendo por el pasillo"  Y no de la forma contraria.

Como fuera, Chuuya había pasado dos horas dando vueltas por su apartamento. Primero se bañó, comió algo rápido que encontró y después acabó tumbado en su cama mirando las estrellitas en el techo permaneciendo en silencio.

Pasó el tiempo y nadie aporreó su puerta exclamando: "Es una emergencia, ¡Me voy a moriiiir!"

Tampoco escuchó esas familiares ligeras pisadas haciendo eco en el pasillo o unos golpes en su pared que aseguraban despertarlo.

¿Dónde se había metido esa momia?

No le importaba.

Solo estaba aburrido.

Las 12pm sonaba como una buena hora para salir a pasear.

Solo daría una vuelta.

Se dirigió a la puerta de entrada y se puso unos zapatos que encontró tirados cerca de donde estaba. Después agarró un abrigo del colgador y paso la mano por la superficie de la mesa para agarrar sus llaves. Al levantarlas el metal chocó entre sí junto con un llaverito con forma de moto que Dazai le había regalado. Sonó como una ligera melodía.

Salió afuera del edificio. No había nadie alrededor pues era tarde. La gente llegaba tarde de trabajar toda la semana y muchas personas se dormían a una hora más temprana.

Chuuya hundió sus manos en los bolsillos y comenzó a caminar, soltando un pequeño quejido por el frío.

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¿Qué demonios le pasaba al idiota de Chuuya?

Dazai se repetía una y otra vez como lo odiaba mientras miraba al suelo frunciendo el ceño mientras ignoraba el frío que calaba sus huesos. Estaba sentado en un banco de madera debajo de un árbol.

Cuando a Chuuya le emociona algo ya sea positiva o negativamente no, puede ocultarlo. Al menos no de Dazai. Los ojos mar le brillan de una manera distinta, como si tuvieran miles de vidrios de colores azulados dentro.

Por eso quiso comprar las entradas del museo.

Porque Chuuya quería.

No él.

Él no es un egoísta.

Solo comparte a su manera.

No podía culpar al de cabellos rojizos, pues este ha sido víctima de sus innumerables bromas durante el transcurso de su estancia en la Mafia. Era de esperar que no confiara del todo en Dazai. Nadie lo hacía exactamente...Sus subordinados se limitaban a seguir sus órdenes y no tenía a nadie suficientemente cercano como para decir: "Hey, él confía en mi"

Él confiaba en Chuuya.

De lo que desconfiaba era que el pelirrojo se sintiera así también.

Y hablando del Rey de Roma...

Chuuya se acercó a donde Dazai estaba sentado y miró al castaño unos segundos sin decir nada.

—Idiota, si te quedas aquí lo más probable es que mueras de frío.—
Murmuró pateando una piedra que se alejó rodando por el suelo.

Esperó unos segundos. Creyó que Dazai diría "Ojalá"  o algo por el estilo.

En cambio no hubo respuesta

—¿Cómo sabías que estaría aquí?—
Preguntó el vendado observando la prieda alejarse tras la pequeña patada.

—Oh, vamos. Vienes aquí todos los días. Aún no entiendo por qué.—
Suspiró poniendo los ojos en blanco unos segundos.

—Ya...—
Dazai reprimió una risita.

La razón por la que le gustaba tanto ese lugar era el árbol que se encontraba a sus espaldas. No era por la abundante sombra que ofrecía en verano ni sus bonitas hojas. Era porque Dazai talló en una parte del tronco (a la cuál Chuuya no llega debido a su altura) "Chibi es muy enano".

—¡¿De qué te ríes?!—
Resopló el pelirrojo.

—Nada, nada...—
Murmura el castaño entre risitas.

—Como sea, ¿Quieres dejar de ser un bebé? Volvamos ya.—
Insistió Chuuya, molesto por el frío.

—¿Debo ir contigo?—
Dijo Dazai con un quejido.

—Sí.—

—Bueno...—

....

[❄️]

HOLAA!! La verdad últimamente tengo muchísimas cosas que hacer en la escuela así que no tuve mucho tiempo. Escribí esto en una hora libre y ahora lo pasé al digital.

Bueno igualmente, cualquier falta de ortografía me dicen!

BYESS