En Seúl ya eran las 3:30 de la madrugada.
Y ni un paso de San se asomaba por la grande casa.
Wooyoung estaba en la cocina, haciéndose un té, mientras esperaba a su esposo. Aunque parecía que nunca iba a llegar.
Pasó media hora y al fin, el alfa apareció.
Notó la luz de la cocina prendida y se acercó, viendo al omega tomando pacificamente, jugaba con su anillo de compromiso, aunque no se lo quitaba.
-Al fin llegas - mencionó Wooyoung - oliendo a...-lo miró de pies a cabeza, su ropa estaba desacomodada, ya ni siquiera parecía tener respeto hacia su casa - ¿Sabes? Ya no me importa, ahora ya no me interesa si te acuestas o no con alguien más - el alfa bufó.
-¿En serio? ¿Ya no me vas a hacer escenitas? - se cruzó de brazos, con una sonrisa.
-No, así que deja de preocuparte, porque quiero el divorcio - San empezó a reirse, como si de una broma se tratara. Wooyoung solo lo veía con seriedad.
-Ya basta, ¿si? Vamos a la cama - quiso agarrarle su mano, pero el omega evitó eso.
-Yo ya no quiero estar contigo, San - lágrimas apuntaban en sus ojos - Sufrí la peor consecuencia que alguna vez creí pasar...Kein, me dijo que ya no estemos juntos...
-¿Kein? - se seguía burlando - ¿Cómo un niño de cuatro años te puede decir eso?
-Para que veas lo inteligente que es tu hijo - intentaba ver los ojos del alfa - Porque nos escuchaba y sabía que algo no estaba bien.
-¿Me estás diciendo entonces que ahora nos está escuchando? - alzo sus manos como para alzar más su voz y que sea escuchada.
-No, porque lo llevé a la casa de mi mamá.
-¿Cómo? ¿Tu mamá está acá? - su tono estaba elevándose un poco más.
-Sí, yo le compré sus boletos para viniera, le dije que lo haga y vino más rápido que tú en todas estas noches - miró de reojo su anillo y San vio la maleta que estaba detrás del chico.
-¿Y esas maletas? - preguntó incrédulo, ahora si ya no pensaba que eso era una broma.
Wooyoung se quitó el anillo y agarrándolo, miró fijamente al alfa.
-¿Te acuerdas cómo nos comprometimos? - su voz temblaba.
-Wooyoung, por favor...- suspiró.
-Fue una semana después de que firmaras el divorcio con Felix...- tragó un sollozo - Este anillo, solo indicaba una cosa...Nunca ibamos a ser felices en la desgracia de alguien más - San y él se miraron fijamente, el omega tenía lágrimas en sus ojos - Hicimos sufrir tanto a Felix, ¿por qué supusimos que ibamos a estar bien?
-Amor...por favor...- el omega agarró la mano del omega y le entregó el anillo que él le llegó a dar un día después de una hermosa tarde de invierno.
-Dáselo a quién quieras, y si es a Jisoo, mejor - su voz tembló, agarró su maleta y empezó a retirarse de esa casa.
-Espera, espera - le agarró de un brazo - ¿Por qué dijiste el nombre de esa chica?
-Porque así se llama, ¿o no? - una lágrima salió de su ojo - La misma que decía que Felix se acostaba con todos, resultó ser ella la que lo hacía y con mi esposo - soltó su agarre de San y esta vez estaba molesto - Ella no merece ningun tipo de consideración, ni respeto, es una desgraciada, pero tú tampoco te mereces algo bueno. Me dan asco...- se limpió su cara con fuerza y salió ignorando cualquier reclamo de San.
Su taxi ya estaba afuera, por lo que solo tuvo que tomarlo.
-¡Te lo puedo explicar, Wooyoung! - golpeaba la ventana para el omega lo viera, para que supiera que no quería perderlo, pero era imposible, el carro estaba avanzando - ¡¿Quién mierda te dijo?! - golpeó por última vez el carro, pero esta vez con ira.
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¿Me Ayudas a Tener un Bebé? - Hyunlix
RomanceFelix siempre negó la idea de tener bebés, pero después de una conversación que lo dejó pensando, había cambiado de opinión. Sin embargo, no tenía una pareja, ¿cómo podía tener un hijo? ¿Y si le pide ayuda a su amigo y compañero de cuarto? (OMEGAVER...