Capitulo 24

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Betty entró a su casa con el pulso acelerado. Nunca había visitado el apartamento de ningún hombre, y no es que sean las causas solo sentimentales, sino que jamás había salido de su madriguera para estar a solas con nadie... y tenía un sentimiento de que sus salidas con el Valencia sobrepasaban mucho lo laboral, y no tenía claro si hacía bien confiando en él con su puesto de por medio... pero era irresistible con confiar en un hombre que tenía demasiadas características que Betty apreciaba, una persona culta, inteligente, con la mente abierta, comprensivo incluso, aunque directo y frío, pero entendía cualquier explicación que se le diera, y las debatía con pleno uso de razón. Además, había demostrado su afecto en un par de ocaciones, y la había salvado de un robo, ¿era eso una buena razón para confiar en el, o era un montaje? Quizá uno de los pocos defectos que le veía era su arrogancia y su orgullo... pero incluso teniendo esa personalidad tan altanera lo consideraba un hombre honesto que no se prestaría para juegos o negocios turbios

Subió a su habitación y por suerte no era demasiado tarde como para que su papá la esperara enojado. Se sentó en la cama y sacó su diario

"Hoy fue un día muy extraño... cada día que pasa empiezo a desconfiar más de mi propio jefe, lo analizo y lo analizo y lo encuentro insuficiente, pero hoy tuve la confirmación de que así era.. y por otra parte... me cuesta admitir que estoy enamorándome de aquel hombre frío que creí detestar unos días atrás, estoy cayendo ante el encanto de su inteligencia, ante esa voz y esa elocuencia suya. Me niego a aceptarlo por completo porque se que esto no lleva a nada, que el me rechazará si alguna vez decido confesar lo que siento. El no es un hombre para mí, el se merece una mujer bonita, con buena familia, astuta... de solo pensarlo me asusta la idea de volverme cercana con él, aunque es un poco increíble que a veces se muestre amable y sincero, pero se vea tan serio casi tétrico en otras. Me destruiría enamorarme de él por completo y terminar lastimada ante las calamidades del rechazo.
Aún así, hoy más que nunca tengo que depositar mi confianza en él como el lo hizo conmigo para volverme su cómplice en los asuntos de Ecomoda. Tengo miedo pero me causa felicidad estar cerca de él... cerca de Daniel Valencia"

Escribió como un poeta, para luego quitarse la ropa y cambiarse, sin recordar la tarjeta del Valencia, ignorando que si la hubiera leído se daría cuenta de que sus destinos estaban más unidos de lo que pensaban.

Pasaron varios días. Como desde hace un tiempo, las llamadas entre los doctores no cesaron, incluso ahora tardaban más que antes, y esto era causado más que nada por el Valencia, pues le gustaba discutir lo más que pudiera con ella de todo lo que se le cruzara por la mente, en especial ahora con el claro motivo de la vigilancia hacia el presidente. Betty le narraba con detalle cada cosa que le sucedía en la oficina y una pocas veces se sorprendía contándoles más bien cosas de su día a día, como si se tratase de una conversación de amigos íntimos.
Daniel, aunque nunca hacía comentarios al respecto, se sentía halagado de sus avances, pero jamás se atrevería a preguntarle cosas tan banales como "cómo le fue su día?" Ya que no pensaba tener ese tipo de comunicación con ella, aunque... en si nunca la despreciaría del todo. Es más, a veces se despertaba pensando en la nueva historia diaria de Betty, y se dormía con los detalles que narraba.

-Beatriz, explíqueme eso del comportamiento de Marcela- pidió en una ocasión solo para alargara la plática, después de que ella le dijera que la mujer ahora era más reservada

-Si doctor, no quisiera decirle con detalle todo, pero nunca le he caído bien desde que entré... creo que es porque empecé con una rivalidad con Patricia Fernández... pero ahora es totalmente diferente, casi es indiferente a mi, es, aunque cortante, cortés...-confesó pues era verdad, desde que había accedido a ayudar al Valencia, se había empezado a alejar de manera cada vez más notoria de su jefe, no es que antes estuvieran juntos mucho tiempo, pero hubo ocaciones en las que presenciaba infidelidades del presidente y con su hábito de lealtad, las encubría de su novia. Ahora lo dejo de hacer, y se portaba casi indiferente con el, como si fuera una simple secretaria más, una secretaria con muchas funciones y capacidades, pero como si fuera una.

Daniel se quedó pensativo un momento, un poco alarmado pues se le ocurrió la idea de que Marcela sabía algo de sus ocultos sentimientos hacia Betty... "prométeme que la vas a respetar como a mi" le había hecho decir, así que tenía algo de sentido, pero descarto la idea pues Marcela ya le hubiera hecho algún reclamo o lo habría interrogado

-Doctor?

-Si?

-Es que usted le dijo algo a doña Marcela...?

-Qué? No,no,no, todo a su tiempo. Si ella cambió su actitud hacia usted es quizá por su indiferencia con Armando, no es nada.

Ese día Daniel pensó en llamar a su hermana para contarle todo, pero su arrogancia fue más fuerte. Claro que le dolería ver la hipocresía e ignorancia de su futuro esposo, pero era mejor que dejar que las cosas avanzarán hasta un final trágico, pero también le ponía feliz ver a Armando con la empresa perdida. Desde esos momentos empezó a invertir el dinero que le depositaban de su cargo para invertirlo en bolsa de valores y no depender económicamente de la empresa familiar, pues sabía que tarde o temprano las decisiones Armando cobrarían algo. También se imaginó a él asumiendo la presidencia, con una empresa bajo sus pies... y entonces tendría a Betty más cerca que antes, ya no como una asistente. Planeada darle la vicepresidencia financiera. Era lo menos que se merecía una mujer tan bien preparada... pero todo a su tiempo, pensó. Muy pronto dichas  fantasías se volvieron más constantes y Betty tomaba parte de gran mayoría de los pensamientos del Valencia durante el día.

Hola y perdón por los pocos avances, pero les prometo que el final recompensará todo 🫦cuídense y no dejen de comentar (gracias btw)

¿Puedo llamarla esta noche? Daniel X Betty Donde viven las historias. Descúbrelo ahora