Sukuna había estado actuando de manera agresiva con Yuji últimamente, lo que ponía nerviosos a todos a su alrededor.
Pero nadie, incluido Yuji, entendía lo que estaba pasando. Entonces, Yuji hizo lo más lógico: preguntó.
Gracias a todos los que nos siguen, disfrutenleyendo el último capítulo 💕💕💕💕
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Una semana después
Yuji saltó sin esfuerzo al aire y encestó la pelota para marcar el punto final. Las risas y aplausos de la multitud en la línea lateral resonaron en la cancha. El equipo de Yuji acababa de aplastar a su oponente por segunda vez esa tarde y se estaban saludando cuando escuchó las palabras salir de la boca de uno de sus oponentes.
'¿Acaba de decir lo que creo que dijo?'
Esa asquerosidad nunca se había lanzado contra un Alfa sin consecuencias graves. Yuji se giró lentamente para enfrentar al tipo que acababa de hablar, la pelota de baloncesto atrapada entre su mano y la cadera.
Los dos chicos que Yuji eligió para este horrible 3 contra 3 se alejaron un par de pasos de él. Megumi no estaba aquí para detenerlo esta vez, pero le gustaba pensar que había madurado desde su primer año en Tokio. Así que le pidió a ese idiota perdedor que se aclarara primero.
"¿Qué demonios acabas de decirme, idiota?"
"¿Eeh? ¿Eres sordo? Sabemos que te estás humillando ante Ryomen Sukuna, y yo dije que no voy a perder contra algún alfa maricón que se deja llevar."
El puño de Yuji impactó en la esquina de la mandíbula del hombre, haciéndolo girar sobre el suelo. El vapor subía de su cabello rosado mientras miraba la forma inerte delante de él, sabiendo muy bien que debería relajarse porque podría ser expulsado de la escuela si iba más lejos. El tipo despertó y se agarró la mandíbula, su rostro retorcido de dolor.
"¡Bien, agárralo!" El hombre escupió a su grupo.
Los dos hombres que se unieron a Yuji en el partido momentos atrás agarraron sus brazos en un intento de restringir sus movimientos, pero el hombre ya estaba viendo rojo. Tiró de los dos hacia adelante, dejándolos esparramados en el cemento y permitió que su puño encontrara la carne de uno de los narices.
Los otros dos chicos del equipo perdedor avanzaron y de repente se lanzaron hacia la izquierda de donde estaba Yuji. Cayeron al suelo con un grito. Yuji quedó paralizado, sin saber qué había pasado, mientras todo se movía en cámara lenta.
Sostenía la camiseta de alguien en su puño mientras observaba un destello coral volar por el aire justo después de que los dos chicos que estaban esparramados en la cancha. Sukuna aterrizó sobre los dos y los golpeó incansablemente, repetidamente, instigado por sus intentos fallidos de contraatacar.
"¿Aaah? ¿Qué es esto, bastardos? ¡Cinco contra uno, eh?"
