Capítulo 4

32 3 0
                                    







Naruto permaneció en silencio por un momento, sintiendo el peso de las palabras de Sasuke golpeándolo como una tormenta. Sasuke, la persona que significaba tanto para él, acababa de confesar que ya no sentía nada. Era una realidad que Naruto no estaba dispuesto a aceptar. Su corazón latía con fuerza, como si le estuviera exigiendo que no se rindiera. Y no lo haría.

De repente, se puso de pie, sus ojos se clavaron en Sasuke con una determinación que no había sentido en mucho tiempo. Todo lo que había pasado, toda la lucha, los sacrificios, todo lo que habían atravesado juntos, no podía simplemente desvanecerse por un mal momento. No era el fin. —No voy a rendirme, Sasuke. —dijo con una firmeza inquebrantable—. No lo hice antes, y no lo haré ahora.

Sasuke lo miró, algo desconcertado por la intensidad en la voz de Naruto. Sabía que Naruto no era del tipo que se daba por vencido, pero esta vez, sentía que la situación era diferente. Su falta de sentimientos no era algo que Naruto pudiera cambiar con un golpe de voluntad. —Naruto... esto no es algo que puedas arreglar solo porque quieres —respondió Sasuke con voz baja, evitando sus ojos—. No hay sentimientos que recuperar. Ya no hay nada ahí.

Naruto sacudió la cabeza. —Eso no es cierto. Los sentimientos no desaparecen así como así, Sasuke. Tal vez ahora no los sientes, pero no voy a aceptar que todo se haya ido. No después de todo lo que hemos vivido juntos.— Su voz era apasionada, casi temblando por la emoción. —Sé que estás confundido, y que ahora te sientes vacío, pero yo sé que esos sentimientos están ahí, enterrados en algún lugar. Y voy a estar a tu lado hasta que los recuperes.

Sasuke lo miró sin saber qué decir. La determinación de Naruto era algo que siempre lo había dejado sin palabras. Siempre había sido así, desde que eran niños. Naruto nunca sabía cuándo detenerse, siempre insistía, siempre luchaba. Y aunque Sasuke pensaba que en este caso Naruto estaba equivocado, algo dentro de él no podía evitar sentirse conmovido por esas palabras. Algo profundo y enterrado dentro de su corazón resonó ante la promesa de Naruto.

—Naruto... —Sasuke intentó replicar, pero fue interrumpido rápidamente.

—No. —Naruto lo interrumpió, su tono tan firme como antes—. No me importa cuánto tiempo me tome, cuánto dolor tenga que soportar. Voy a quedarme contigo, Sasuke. Porque tú mereces ser amado. Y también mereces amar. Y sé que lo harás de nuevo.

Sasuke lo observó con una mezcla de desconcierto y asombro. Naruto era una fuerza de la naturaleza, imposible de detener cuando se proponía algo. Y en el fondo, aunque Sasuke se había resignado a esta nueva realidad, una pequeña parte de él quería creer que Naruto podría estar en lo correcto.

—¿Por qué harías eso? —preguntó Sasuke en voz baja—. ¿Por qué arriesgarías tanto?— No entendía cómo Naruto podía seguir siendo tan insistente, incluso después de todo.

—Porque te quiero, Sasuke —respondió Naruto sin titubear, su voz cargada de honestidad—. Y siempre lo he hecho. No importa cuántas veces me rechaces, o cuánto me digas que ya no sientes nada, voy a seguir aquí.—Naruto dio un paso adelante, acercándose más a la cama donde Sasuke estaba sentado. —Y sé que va a ser difícil. Sé que va a ser doloroso. Pero lo haré de todos modos, porque ya lo hice una vez.

Sasuke lo miró directamente a los ojos, esa misma mirada azul intensa que había conocido durante toda su vida. Había algo en la convicción de Naruto que hacía que todo pareciera posible, incluso las cosas que Sasuke consideraba imposibles. —Usuratonkashi... —murmuró Sasuke, sintiendo cómo una leve sonrisa se formaba en sus labios. Era pequeña, apenas visible, pero estaba allí.— Eso espero.

En ese momento, Naruto no pudo evitar sonreír también, con una mezcla de alivio y emoción. En cuestión de segundos, se lanzó hacia adelante y abrazó a Sasuke, envolviendo sus brazos alrededor de él con fuerza, como si tuviera miedo de perderlo de nuevo. Sasuke, al principio rígido, finalmente cedió, permitiendo que Naruto lo abrazara, aunque no supiera realmente cómo responder a ese gesto en este momento.

Flor de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora