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JiSung se encontraba tranquilamente en la sala de su pequeño hogar, intercambiando mensajes con sus amigos ya que ellos no habían podido llegar a la reunión que tenían programada para esa tarde.

Su tranquilidad se vió interrumpida cuando escuchó el timbre ser tocado, ¿Acaso los chicos no habían cancelado?

Esperanzado de que fueran todos sus amigos haciéndole una mala broma se levantó del cómodo sofá y se dirigió hacia la puerta a paso calmado. Abrió esta con una gran sonrisa que se fue borrando poco a poco al ver a un chico completamente desconocido frente a él.

Y lo peor de todo, tenía una canasta llena de galletas.

No, no, no.

— Hola. — saludó sonriente el chico desconocido de cabello azabache. — Buenas tardes Sunbae, estoy aquí para ofrecerle unas ricas galletas hechas por...

— No. — JiSung cortó abruptamente el discurso del pequeño azabache y cerró fuertemente la puerta en su lindo rostro.

Lamentaba ser grosero con alguien tan bonito pero odiaba mucho, mucho las galletas.

Mientras, MinHo veía la puerta anteriormente abierta con una mueca que demostraba confusión y asombro a la vez.

— Que Sunbae mas extraño. — puchereó en dirección a la puerta, le dió una última mirada y dándose vuelta, se marchó del lugar.

La próxima vez tendría más suerte.

La próxima vez tendría más suerte

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Corto pero un buen inicio 🍪

Cookie boy | 𝐇𝐚𝐧𝐊𝐧𝐨𝐰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora