๋࣭ ⭑⚝ One-shots ¡Tomjake!

ೀ.!Pequeños mundos¡⭒๋࣭ ⭑ ¿1?

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En un mundo donde Tom y Jake no eran más grandes que un dedo, todo parecía gigantesco. Los dos diminutos seres vivían bajo el cuidado de una persona mucho más grande, a quien simplemente llamaban "X". Aunque su vida era relativamente tranquila, las dinámicas entre ellos eran todo menos sencillas.

Tom, a pesar de ser el más grande físicamente de los dos, no era el más brillante. De hecho, se perdía fácilmente entre los objetos más pequeños, y más de una vez se había encontrado en situaciones peligrosas debido a su despiste. Jake, por otro lado, siempre estaba ahí para cuidarlo. Era protector, atento y jamás permitía que algo le pasara a su Pareja.

Un día, mientras X se encontraba ordenando algunos papeles, Tom decidió ir a explorar. No pasaron más de unos segundos antes de que comenzara a divagar por el escritorio, mirando todo como si fuera una aventura en un mundo inmenso. Pero, como siempre, terminó perdiéndose entre los objetos, esta vez debajo de una enorme pila de lápices.

"Tom... ¡Tom!" gritaba Jake, que había estado observándolo desde lo alto de una pequeña caja. Sus ojos oscuros se llenaron de preocupación.

X, al notar el desorden de Tom, se acercó y, como era costumbre, lo tomó suavemente por la cabeza para devolverlo a su lugar.

Jake, viendo cómo lo agarraban de la cabeza, se enfureció. Saltó de la caja y corrió hacia la mano gigante. Con pequeñas pero decididas pataditas, comenzó a golpear la mano de X. "¡Déjalo! ¡No lo tomes de la cabeza! ¡Le vas a hacer más daño!", gritaba con su diminuta voz.

X, con una sonrisa divertida, dejó de sujetar a Tom y en su lugar tomó a Jake, depositándolo en la palma de su mano. Jake respiró aliviado, sabiendo que ahora podría guiar a Tom.

"Ven, Tom", dijo Jake, estirando una mano diminuta hacia su novio, que seguía perdido entre los lápices. "Sígueme, estoy aquí".

Tom, que no era el más rápido para reaccionar, finalmente vio a Jake en la mano de X y, con una sonrisa torpe, comenzó a caminar hacia él. Una vez que llegó, se subió a la palma junto a Jake. Los dos, por fin reunidos, se sentaron en la suave superficie de la mano.

Una vez que Tom llegó a la palma de la mano, Jake lo observó con una mezcla de alivio y frustración. Sus ojos oscuros, normalmente tranquilos, brillaban con una preocupación profunda. Sin esperar un segundo más, se acercó a Tom y lo regañó, su voz diminuta pero firme.

"¡Tom! ¿Cuántas veces te he dicho que no te vayas así? ¡Te podrías haber perdido de verdad esta vez!" Jake cruzó los brazos, lanzándole una mirada intensa mientras Tom, con su habitual expresión despistada, simplemente lo miraba sin entender del todo la gravedad de la situación.

"Lo siento, Jake..." murmuró Tom, rascándose la cabeza mientras intentaba procesar el regaño.

Pero antes de que pudiera decir algo más, Jake lo abrazó con fuerza. Sus pequeños brazos rodearon a Tom, quien se quedó sorprendido al principio, pero luego correspondió el abrazo, envolviendo a Jake en su propio abrazo cálido.

"No sabes lo preocupado que estaba..." dijo Jake, su voz temblando un poco por la angustia que había sentido. "No soporto la idea de que te pase algo, Tom. Eres tan... tan despistado, y no siempre piensas en lo que haces. No quiero que te lastimes, ni que te pongas en peligro."

Mientras hablaba, Jake lo apretaba aún más fuerte, como si el simple acto de tener a Tom cerca pudiera garantizar su seguridad. Tom, aunque no era muy inteligente, entendía que Jake realmente se preocupaba por él, y eso lo hizo sonreír suavemente.

"Lo siento, Jake. Prometo que la próxima vez te escucharé... Trataré de no perderme tanto", dijo Tom, con su típica torpeza pero también con sinceridad.

Jake se relajó un poco, pero no soltó a Tom.

Mientras Jake y Tom seguían abrazados, X, observando la escena con una sonrisa cálida, decidió que era momento de dejarlos descansar. Con cuidado, la mano gigante se movió hacia un rincón del escritorio donde una pequeña camita de juguete había sido preparada para ellos. Era diminuta, pero perfecta para sus tamaños.

X depositó a ambos con suavidad en la cama, asegurándose de que no se golpearan en el proceso. Jake, todavía algo inquieto por la reciente aventura de Tom, se acomodó al borde de la camita, intentando mantenerse alerta. Pero antes de que pudiera moverse mucho, sintió cómo los brazos de Tom lo rodeaban con suavidad.

Tom, con su habitual torpeza y cariño, lo abrazó desde atrás, apretando suavemente a Jake contra su pecho. A pesar de su tendencia a distraerse, Tom siempre encontraba la manera de hacer sentir a Jake seguro, aunque fuera sin darse cuenta.

Jake, sorprendido al principio, dejó escapar un suspiro, permitiéndose finalmente relajarse en los brazos de Tom. Aunque él siempre era el protector, en momentos como ese, Tom le mostraba que, a su manera torpe y sencilla, también podía cuidarlo.

X ajustó las pequeñas cobijas sobre ellos y se alejó, dejando que ambos se acomodaran en la diminuta camita.

"Te preocupas mucho por mí, Jake..." murmuró Tom, su voz adormilada pero suave. "Pero a veces también quiero cuidarte a ti."

Jake, sintiendo el calor de Tom envolviéndolo, no pudo evitar sonreír un poco. Aunque Tom no era el más inteligente, siempre conseguía calmarlo en esos momentos. "Sé que lo haces, Tom... Solo que a veces me haces sufrir con tus ideas tontas", respondió Jake, su tono ligeramente divertido, pero aún cargado de afecto.

Tom rió suavemente, su pecho vibrando contra la espalda de Jake. "Lo siento... Prometo no irme sin ti la próxima vez."

Jake se quedó en silencio unos segundos, dejándose abrazar más fuerte. "Me parece bien", murmuró, cerrando los ojos finalmente, mientras sentía los brazos de Tom apretándolo con cuidado. Y así, rodeado por la torpeza y el cariño de su compañero, Jake se permitió descansar, confiando por un momento en que Tom estaba ahí para cuidarlo a su manera.

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Fin.
Palabras: 990