๋࣭ ⭑⚝ One-shots ¡Tomjake!

🕊♡₊˚ 🦢Unidos en el Destino・₊✧💍

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El sol brillaba con fuerza aquel día, llenando el aire de una calidez especial, como si incluso el universo quisiera celebrar la unión de dos almas destinadas a estar juntas. En medio de un hermoso jardín decorado con delicados arcos de flores blancas y lilas, los amigos y familiares esperaban con sonrisas llenas de emoción, susurrando entre ellos mientras la brisa suave movía los pétalos que caían lentamente al suelo.

Tom se encontraba al final del pasillo, vestido con un elegante traje negro, con detalles plateados en las solapas que brillaban bajo la luz del sol. Su cabello oscuro estaba peinado con cierto desorden, pero aún así lo hacía ver encantador. Sus ojos verdes brillaban llenos de emoción y, aunque su postura era firme como la de un soldado, en su interior se sentía tan nervioso que no podía evitar frotar sus manos mientras miraba hacia el inicio del pasillo.

La música comenzó a sonar, suave y melódica, el inicio perfecto para lo que estaba por suceder. Todos los invitados se pusieron de pie mientras Jake aparecía al otro lado, caminando con paso firme, pero lleno de gracia. Jake estaba vestido con un traje blanco, ajustado y elegante, que contrastaba con su cabello azul oscuro que caía en suaves ondas. A pesar de que el traje era masculino, había un aire etéreo y delicado en Jake, como si fuera una mezcla perfecta entre lo tradicional y lo único.

Cuando sus ojos se encontraron, el mundo entero pareció detenerse. Tom sentía como si su corazón quisiera salir de su pecho, como si estuviera viendo a la persona más hermosa que jamás había conocido. Jake le devolvió la mirada con una sonrisa pequeña pero brillante, sus ojos negros reflejando todo el amor que sentía por él. Cada paso que daba hacia Tom hacía que el nerviosismo en el cuerpo de este último se desvaneciera poco a poco, reemplazado por una certeza inquebrantable de que estaban exactamente donde debían estar.

Finalmente, Jake llegó frente a Tom, ambos se tomaron de las manos con suavidad. Ninguno podía dejar de mirarse, compartiendo silenciosos momentos de cariño mientras el oficiante comenzaba a hablar sobre el significado del amor y el compromiso que estaban a punto de hacer.

"Hoy estamos aquí para unir en matrimonio a Tom y Jake, dos personas que han encontrado en el otro un hogar, un refugio en el que siempre serán comprendidos y amados..."

Tom apenas podía escuchar las palabras del oficiante, ya que su mente estaba concentrada en el hombre frente a él. Jake, su Jake, el que había transformado su vida de una manera tan inesperada. Desde el momento en que lo conoció, todo había cambiado, y aunque al principio la relación no fue sencilla, ahora no podía imaginar un futuro sin él.

Jake también estaba inmerso en sus pensamientos, recordando cada momento que los había llevado hasta aquí. Los altibajos, las risas, las discusiones y reconciliaciones. Todas esas experiencias habían forjado un vínculo tan fuerte que ningún desafío podría quebrar. Estaba a punto de unirse para siempre con la persona que amaba, y ese pensamiento hacía que sus ojos brillaran con lágrimas contenidas.

"Tom, ¿aceptas a Jake como tu esposo, para amarlo, respetarlo, y estar a su lado en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte los separe?"

Tom miró a Jake y sonrió antes de responder con firmeza. "Sí, lo acepto."

Jake apretó suavemente las manos de Tom al escuchar esas palabras, sintiendo una oleada de emoción recorrer su cuerpo.

"Jake, ¿aceptas a Tom como tu esposo, para amarlo, respetarlo, y estar a su lado en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte los separe?"

Los ojos de Jake brillaban con emoción, y sin dudarlo, respondió. "Sí, lo acepto."

Ambos intercambiaron los anillos con manos temblorosas pero decididas. Cuando el oficiante finalmente dijo las palabras mágicas, "Los declaro esposos," Tom no esperó más y, con una sonrisa radiante, se inclinó hacia Jake, sellando su unión con un beso profundo, lleno de amor. Los invitados aplaudieron, algunos gritaron emocionados, y el jardín se llenó de alegría.

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Los años pasaron, y Tom y Jake continuaron su vida juntos, enfrentando cada reto que el destino les lanzaba, siempre apoyándose mutuamente. Pero el mayor desafío y la mayor alegría de sus vidas llegó el día que decidieron formar una familia.

El día en que nació Asher fue uno que ninguno de los dos olvidaría jamás. Jake había sido el que más nervioso estuvo durante todo el proceso. A pesar de todos los libros que había leído, nada lo preparó para lo que significaba tener a su hijo en brazos por primera vez. Asher, con sus ojos verdes como los de Tom y un pequeño mechón de cabello azul como el suyo, parecía un pequeño milagro envuelto en mantas suaves.

Tom, por otro lado, había estado sorprendentemente calmado durante el parto. Se mantuvo al lado de Jake, dándole ánimo y asegurándose de que todo saliera bien. Pero en el momento en que Asher fue colocado en los brazos de Jake, Tom sintió una mezcla abrumadora de felicidad y orgullo. Era su hijo, su familia, y en ese momento, todo parecía perfecto.

Al llegar a casa, la vida cambió en formas inesperadas, pero también maravillosas. Asher tenía la capacidad de hacer que cada día se sintiera lleno de propósito. Sus primeras risas, sus primeros pasos, cada pequeño logro se sentía como una victoria compartida entre Tom y Jake. Aunque a veces los días eran agotadores, el amor que los tres compartían lo hacía todo valer la pena.

Una noche, después de acostar a Asher, Tom y Jake se sentaron en el sillón, exhaustos pero felices. Jake apoyó su cabeza en el hombro de Tom y suspiró con satisfacción. "Nunca pensé que sería tan... increíble," dijo en voz baja, refiriéndose a la paternidad.

Tom sonrió y besó la coronilla de Jake, acariciando suavemente su cabello. "Sabía que lo haríamos bien. Siempre hacemos un buen equipo."

Jake levantó la cabeza para mirarlo a los ojos. "Tienes razón. Siempre lo hemos sido."

Y en ese momento, Tom supo que, no importa qué desafíos enfrentaran en el futuro, siempre tendrían el uno al otro y a su pequeño Asher, su familia. El amor que habían construido era más fuerte que cualquier adversidad, y juntos, seguirían creando más recuerdos hermosos a lo largo de sus vidas.

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Fin.
Palabras: 1055
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