¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El papá de mi omega regresó después de un mes, ella estaba bastante contenta con tenerlo de vuelta, el señor Park ni bien pisó la mansión mi Rosie corrió hasta él, estaba feliz por ella, aunque un poco nerviosa, el señor había agradecido por cuidar de su hija y creo que sentí un poco mis mejillas avergonzarse.
Rosie había dicho que él sabía de sus sentimientos hacia mí y entonces me tocaba a mí dar la cara por mis sentimientos también, el día era hoy después de la cena que tendría como bienvenida, era en un restaurante lujoso.
Mire mi reloj mientras sujetaba las mangas de mi camisa planchada perfectamente y arreglé mi cabello, coloque mi chaqueta y salí hacia la habitación de Rosie, ella tenía la música a un volumen bastante alto.
—Omega— toque la puerta— omega Fueron muchos toques y ella no salió, suspiré. Después de unos minutos la puerta fue abierta, ella se mostró ante mí con un vestido negro, sus mechones de cabello rubio siendo sujetado delicadamente hacia atrás y el resto suelto con pequeñas ondulaciones.
—¿Me veo linda?
—Eres perfecta— ella hizo una expresión divertida y sonrió
—Gracias....— dio unos pasos hasta mí— mi alfa. Mi alfa vibró con su forma de nombrarme
—Vamos, mi omega— respondí susurrando.
Ayudé a bajar las escaleras y su padre ya esperaba en la sala, tomó la mano de mi omega y los seguí.
Mandé una señal de abrir las puertas, subí al auto una vez que ellos lo hicieron y comencé a conducir.
El camino no fue largo, mientras miraba por el retrovisor, el sonrojo de mi omega era evidente para mí. Una vez en el elegante lugar ayudé a bajar a mi pequeña, dejé el auto con el parking y entraron, yo detrás de ellos.
El restaurante parecía tranquilo, analice todo el entorno, eran ricos, muy tranquilos y envié una señal a mi compañero que ya estaba en el lugar, la mesa estaba apartada, pero aún había personas al rededor, realmente estaban seguros aquí, fijé mi vista en los tres asientos que había, me extrañó un poco.
—¡Roseanne!, ¿De verdad era tú? — un sujeto bastante fino se acercó a Rosé, mire la expresión de mi omega y la sonrisa vibró en su rostro.
—¿Chanyeol? — escucharla, llamarlo hizo que mi alfa gruñera— ¿qué haces aquí?
Mantuve la compostura, el señor Park no parecía molesto del acercamiento del sujeto.
—Negocios, rubia— guiño un ojo hasta ella, los ojos se Rosé dieron conmigo —pero que tenemos aquí, señor Park — la reverencia fue muy grande y fruncí el ceño
—Gusto en verte Yeol, convertido en un gran hombre — el señor le sonrió amigable.
