CAPÍTULO 9:

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Ver de esa manera a Luna hizo que se me rompiera el corazón, pero fue mucho peor cuando me contó la causa de su mal estar: le habían encontrado un bulto. 

Intenté animarla y consolarla de todas las formas posibles, pero lo único que conseguí fue ponerme a llorar al igual que ella.

Ahora nos encontrábamos tumbadas en la cama mirando en silencio la televisión, cuando empezó una película sobre un niño al que le habían encontrado un cáncer, "qué oportuno" pensé, y rápidamente apagué el aparato.

La miré con una triste sonrisa.

  - Oye... Solo es un bulto cariño, puede ser bueno o malo, tienes las mismas posibilidades en ambos casos. Escucha, sólo hay que ser fuerte y esperar a poder ver los resultados. ¿Cuándo tienes que volver al hospital?

  - D-dentro de dos s-seman-nas.- Respondió todavía con la voz apagada.

  - Bueno pues lo único que nos queda ahora es esperar y rezar porque no sea nada grave. Cielo, si al final resulta que es malo, no pasa nada, ¿entiendes?, juntas lo superaremos.

La abracé mientras la acariciaba la espalda.

  - Prométeme que a partir de ahora vas a dejar de llorar y a sonreír como haces siempre.

Soltó una pequeña risa.  

  - Está bien. Eres la mejor amiga del mundo, Clara, gracias por todo.

  - No tienes que agradecerme nada, enserio, gracias a tí por hacer de mi mundo un lugar infinítamente mejor.

  - Ouh, que cursi.- Soltamos una carcajada.

  - Bueno, entonces... ¿Quieres que mañana pongamos en marcha nuestro plan contra Ammy, o quieres atrasarlo un par de días?

  - Mañana sin duda, un poco de diversión no me vendría mal.

  - Perfecto. ¿A qué hora tendríamos que "actuar", por así decirlo?- La pregunté.

  - Con que nos levantemos dos horas antes de lo normal, es decir, sobre las 6, es suficiente. 

  - Vale. Me parece bien, ¿quieres que duerma esta noche contigo?

  - Sí, por favor, Clara.- Me respondió mientras sacaba de su armario dos pijamas y un colchón que se encontraba debajo de su cama.

  - Ten, ponte este pijama en el baño. Voy a poner las sábanas.

Hice lo que me pidió y al salir ya estaba todo listo para nuestra pequeña pijamada.

   - Con tanto alboroto no te he podido preguntar sobre tu cita con Álex. Cuéntame, amiga.

  - Ya decía yo que algo se nos olvidaba.- Solté una carcajada y me tumbé en el colchón.

La conté toda la maravillosa tarde que tuvimos mientras ella se dedicaba a sonreír y a cantar que éramos un par de enamorados. 

"Qué tonta".

Dos horas más tarde acabamos durmiéndonos.

***

Sobre las 6:30 de la mañana, ya estábamos listas para la venganza. 

Ahora nos dirigíamos en silencio hacia el almacén, donde según Luna guardaban los botes de pintura que utilizaban para cuando descubrían algún graffiti.

  - Oye Luna, ¿cómo te encuentras?- La susurré mientras entrábamos en el cuarto y cogíamos el bote más cercano de pintura verde.

  - La verdad es que estoy algo decaída pero me encuentro mucho mejor, gracias, Clara.- Me dió un beso en el moflete y seguimos caminando por el pasillo hacia la habitación de Ammy.

Aléjate de mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora