✻ ' jujutsu kaisen 𝒐.

𝒄𝒉𝒐𝒔𝒐

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choso +18

A Choso le encanta exponer su precioso coche en la puerta de su casa y sonreír al ver a las mujeres del vecindario mirándole fijamente. Deja que le hagan fotos y que coqueteen con él.

Choso ve a su nuevo vecino mudarse a la casa de al lado y te mira como si fueras un caramelo. Pero, para su desilusión, tú no alimentas su ego. Pobrecito, pero no pasa nada, porque hará lo que haga falta para llamar tu atención.

Choso aprieta los dientes cuando ignoras sus insinuaciones, de la misma forma que lavaba el coche sin camiseta cuando tú salías... ¡para tener el valor! Ah, y no nos olvidemos de aquel caluroso día en el que estaba haciendo un rápido cambio de aceite a su coche, la visión de la fina y brillante capa de sudor y aceite que cubría su pálida piel, haciéndote pensar cosas. Sentir cosas...

Choso se sorprendió cuando por fin entraste en razón y le echaste un vistazo a su coche, murmurando que preferías algo antiguo. Se ríe entre dientes, pero consigue convencerte para que conduzcas su coche y le des una vuelta, solo para ver si cambias de opinión.

Choso se queda boquiabierto cuando sus ojos se posan en la forma en que manejas el volante; su polla palpita cuando ve que tus uñas cuidadas coinciden exactamente con el color de su coche.

A  Choso no le importaba que no terminaras de dar una vuelta con el coche, sobre todo cuando tenía sus gruesos dedos bombeando y saliendo de tu sucio y aplastante coño. Un montón de maldiciones suaves en voz baja fluyeron en el espacio mínimo, siendo ahogadas por tus gemidos y quejidos pornográficos mientras te hacía ver las estrellas al correrte con fuerza en su mano.

Choso no perdió el tiempo y te arrastró hasta el asiento trasero, machacándote como un animal en celo. Chupándote los dedos mientras sonreía y gruñía por el vicio con el que le apretabas el coño, con los ojos en blanco cuando te corrías sobre su polla hinchada y gorda.

Choso era tan adicto a los coños, que se ha convertido en algo habitual que te folle profundamente y sea simplemente desagradable. Dentro de su coche en la playa, en el capó de su coche en su gran patio trasero; por no hablar de cómo tus gemidos y gritos en el garaje han llevado a los otros vecinos a llamar a la policía por lo bien que te está follando.

Choso está muy satisfecho con su nuevo y caliente vecino que una simple mirada de otras mujeres hacia su camino le había agitado, sólo porque no eres tú. El estuvo preocupado con este sentimiento por un tiempo hasta que estuvo seguro de que se esta enamorando de ti, queriendo conocerte mas.

Choso decidió acercarse a tu puerta e invitarte a salir, nervioso mientras jugueteaba con sus manos, incapaz de mirarte a los ojos y tratando de hacerse el interesante.

Choso se sintió aliviado cuando le dijiste que sí, mientras lo arrastrabas hasta tu casa... para otro emocionante paseo.