Capítulo 4

5 0 0
                                    

La atmósfera en el Gran Salón de Hogwarts era tensa, cargada de emociones reprimidas. Los hijos habían llevado a sus padres allí, sin saber qué los esperaba. Cuando los padres se vieron, el odio y el resentimiento llenaron el aire.

Los saludos fueron fríos, llenos de desconfianza. Fleamont Potter y Abraxas Malfoy se miraron con una mezcla de odio y dolor.

— Fleamont —dijo Abraxas, su voz llena de veneno.

— Abraxas —respondió Fleamont, su tono igual de frío.

James, Sirius, Remus y Lucius observaban la escena con ansiedad, sin entender qué estaba sucediendo.

Después de una breve conversación cordial, Lucius Malfoy se levantó, su mirada intensa.

— Disculpen, ¿puedo preguntar algo? —dijo, sacando el álbum de fotos.

Los padres se miraron entre sí, algunos con resentimientos, otros con sentimientos encontrados. La tensión era palpable, como una carga eléctrica que esperaba explotar.

Orion Black, padre de Sirius, habló con voz firme.

— Es momento de decir la verdad sobre este álbum. La verdad sobre nuestras familias.

Todos lo miraron confundidos, pero Abraxas y Lyall intercambiaron una mirada significativa.

— ¿Qué verdad? —preguntó Fleamont, su voz llena de curiosidad.

Abraxas se puso tenso, su rostro enrojecido.

— La verdad sobre los padres biológicos de nuestros hijos —dijo.

Lyall Lupin, padre de Remus, se unió a la conversación, su voz llena de emoción.

— Sí, la verdad sobre cómo engañamos a Fleamont y Alphard.

Orion se enfrentó a Abraxas.

— ¡Es hora de revelar la verdad! ¡Es hora de decirles a nuestros hijos la verdad sobre sus padres!

La discusión creció. Abraxas y Lyall comenzaron a argumentar, sus voces subiendo de tono.

— ¡Tú y yo somos los padres biológicos de nuestros hijos! —gritó Abraxas hacia Fleamont.

— ¡Sí, y Alphard Black es el padre biológico de Remus! —gritó Lyall.

Fleamont y Alphard se miraron confundidos, sin recordar nada. Su mirada era vacía, como si alguien hubiera borrado sus recuerdos.

— ¿Qué están diciendo? —preguntó Fleamont, su voz llena de confusión.

— ¿Por qué mentirían sobre los padres de sus hijos? —preguntó Alphard, su voz llena de dolor.

Los hijos se miraron entre sí, horrorizados. Su mundo se estaba derrumbando.

— ¿Qué pasa? —preguntó James, su voz temblorosa.

— ¿Por qué mintieron sobre nuestros padres? —preguntó Lucius, su voz llena de ira.

Eileen Prince y Euphemia Potter se pusieron del lado de Fleamont y Alphard, defendiendo su inocencia.

— No pueden estar diciendo la verdad —dijo Eileen, su voz llena de incredulidad.

— Fleamont y Alphard no recuerdan nada —dijo Euphemia—. ¿Cómo pueden acusarlos de algo que no saben?

Por otro lado, los Black, los Malfoy y los demás padres se pusieron del lado de Abraxas y Lyall, apoyando su versión de los hechos.

— La verdad es clara —dijo Cygnus Black—. Abraxas y Lyall son los padres biológicos de nuestros hijos.

— Fleamont y Alphard fueron engañados —dijo Orion Black—. Es hora de que sepan la verdad.

La habitación se llenó de gritos y confusión. La verdad sobre las familias Malfoy y Potter salió a la luz. Los secretos y las mentiras fueron revelados.

Pero entonces, algo inesperado sucedió. Los padres comenzaron a recordar fragmentos de su pasado, pero cada uno recordaba una versión diferente.

— Yo recuerdo que... —dijo Fleamont.

— No, no, eso no es cierto —interrumpió Abraxas.

— Sí, sí, lo recuerdo —dijo Eileen.

— Pero yo recuerdo algo diferente —dijo Cygnus Black.

La confusión y la incredulidad llenaron la habitación. Los padres se miraron entre sí, intentando entender qué estaba sucediendo.

— ¿Qué pasa con nuestras memorias? —preguntó Alphard.

— Alguien ha estado manipulando nuestras memorias —dijo Orion.

— ¿Quién? —preguntó Fleamont.

— No lo sé —respondió Abraxas—. Pero debemos encontrar la verdad.

Los hijos se miraron entre sí, horrorizados. Su mundo se estaba derrumbando.

Después de la reveladora reunión, los hijos se reunieron en el salón común, rodeados de amor y pasión.

Kate Malfoy se sentó entre sus tres novios, Tom Riddle, Theseus Scamander y Newt Scamander. Los tres la rodearon con cariño, besándola suavemente en la frente, la mano y el cuello.

— Eres nuestra todo, Kate —dijo Tom, su voz llena de adoración.

— Nuestra reina, nuestra amor —agregó Theseus.

— Nuestra razón de ser —susurró Newt.

Kate sonrió, su corazón lleno de amor.

— Los amo a los tres. Siempre.

Lucius Malfoy y Remus Lupin se sentaron juntos, manos entrelazadas, besándose apasionadamente.

— Eres mi alma gemela, Remus —dijo Lucius.

— Mi corazón late solo por ti, Lucius —respondió Remus.

James Potter y Regulus Black se abrazaron, besándose con fervor.

— Te amo más que a nada, Regulus —dijo James.

— Y yo te amo, James. Por siempre —respondió Regulus.

Sirius Black y Severus Prince se sentaron juntos, Severus acariciando el cabello de Sirius.

— Eres mi todo, Sirius —dijo Severus.

— Mi amor, mi corazón —respondió Sirius.

Bella Black y Molly Prewett se sentaron juntas, Molly acariciando la mano de Bella.

— Te amo, Molly. Eres mi sol —dijo Bella.

— Y tú eres mi luna, Bella —respondió Molly.

Elliott Malfoy y Evan Rosier se sentaron juntos, Elliott besando la frente de Evan.

— Te amo, Evan. Siempre —dijo Elliott.

— Y yo te amo, Elliott. Por toda la eternidad —respondió Evan.

La habitación se llenó de amor y pasión. Las parejas públicas demostraban su devoción mutua.

La noche se cerró sobre Hogwarts, llenando la escuela de sombras y secretos. La verdad sobre las familias Malfoy y Potter seguía siendo un misterio, pero los hijos estaban decididos a descubrirla.

Mientras tanto, en las sombras, alguien observaba la escena con interés.

— La verdad es peligrosa —dijo una voz.

— Sí —respondió otra voz—. Pero es hora de que salga a la luz.

DESVELANDO REALIDADES OCULTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora