Esa tarde de sábado me encontraba sola en casa, solo con la relajante compañía de Dante. Desde la primera vez que vi a Randy tocar en ese bar me había nacido el deseo por aprender a manejar el complejo instrumento que era la guitarra, así que en secreto había pasado la mayoría de mis tardes en mi habitación con una guitarra que Liv me había prestado.
Las continuas presentaciones de Randy lo mantenían ocupado, así que pasaba gran parte del día fuera. A veces solía acompañarlo para aprender más sobre su estilo para tocar, pero no esperaba su pronta y repentina llegada aquel día.
-TN, ¿puedo hablar contigo?
-C-claro. Te escucho- respondí guardando rápidamente la guitarra detrás de mí
-Tú... ¿estás tocando la guitarra? - preguntó
-No. Claro que no- excusé
-Eres muy mala mintiendo ¿lo sabías? Déjame ver- pidió
-Solo estoy tocando notas al azar. No es para tanto
-Tal vez para ti no, pero aun así quiero oírte- pidió de nuevo
Sin más opción tomé la guitarra y la acomodé sobre mi regazo. Acomodé mis manos sobre las cuerdas y empecé a tocar. El sonido que salía era ruidoso y casi sin ritmo alguno, pero era lo único que había logrado en tan pocos días.
La mirada en el rostro de Randy me decía todo. Era claro que la melodía era poco afinada, pero trataba de disimular un poco, sin embargo, no lo hacía demasiado bien.
-Adelante. Búrlate
-No me voy a burlar, nunca lo haría. Solo te falta practicar más. Y creo que está un poco desafinada. Dámela- dijo extendiendo los brazos hacia mí para sujetar el instrumento
Accedí sin preguntar más y le entregué la guitarra, la cual Randy empezó a afinar con gran destreza. Una vez que lo hizo me la devolvió y me hizo un gesto como petición para que volviera a tocar. Lo intenté de nuevo y aunque el sonido era mucho mejor que al principio, aun no lograba reproducirlo en las notas adecuadas.
-No funciona. Sigo siendo un desastre- dije
- ¡Hey! No te desanimes- exclamó Randy poniendo su mano sobre mi hombro. Esta vez no lo aparté de inmediato, quizá porque en el fondo sabía que necesitaba un poco de consuelo - ¿Me permites?
Él se acomodó detrás de mí, rodeándome con su cuerpo y posicionando sus manos sobre las mías. Se quedó pensando durante unos segundos antes de acomodarse mejor y haciendo un poco de presión sobre mis dedos.
-Déjame guiarte- exclamó cerca de mi oído
Respiré profundo antes de dejarme llevar por el ritmo que Randy marcaba. La melodía era mucho más sonora y agradable, aunque solo por unos cuantos segundos, ya que enseguida empezaron a dolerme los dedos, por lo que enseguida retiré mis manos, soltando la guitarra en el acto.
- ¿Estás bien? - me preguntó
-Si. Solo que estoy desacostumbrada a esto. Me cuesta un poco mantener el ritmo con los dedos- contesté
-Es normal. Todo guitarrista principiante tiene problemas para acoplarse y encontrar una posición cómoda para tocar. Dame la mano- pidió
- ¿Para qué? – pregunté con duda
-Te ayudaré a que relajes los nervios de tus dedos- dijo, y tomando mi mano entre las suyas empezó a dar un suave masaje en forma de delicadas caricias alrededor de cada uno de mis dedos
Era una sensación agradable y ciertamente me ayudó a relajar un poco la tensión que había acumulado en esos días que había estado tocando.
-Eres hábil con las manos- le dije
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Desafiando el orgullo (Randy Moore X Female Reader)
FanfictionUn corazón invadido por el orgullo, incapaz de ceder ante sus obvios sentimientos. ¿Será posible que un ser audaz y atrevido la haga cambiar de parecer? ¿O terminará destrozado igual que el de ella?