27: Ya saben como terminan

136 27 0
                                    

5/6

Rato después, Chaeyoung aún seguía en casa de Sana, con una taza de té humeante calentando sus manos con esta, mirando el líquido dando vueltas cada vez más lentas, no tenía apetito, la mano de la joven se apoyó en su frente e hizo una mueca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Rato después, Chaeyoung aún seguía en casa de Sana, con una taza de té humeante calentando sus manos con esta, mirando el líquido dando vueltas cada vez más lentas, no tenía apetito, la mano de la joven se apoyó en su frente e hizo una mueca.

— Tu fiebre sigue subiendo— murmuró.

— Chaeyoung-yah, si terminas tu té podrás seguir descansando— incentivó Tzuyu.

— Estuve inconsciente por unas seis horas— murmuró con voz ronca—. Pareció menos... Pero creo que ya tuve suficiente descanso.

Las dos chicas se miraron un segundo, Tzuyu se levantó de su asiento para ponerse junto a ella, hablando bajo, como si toda la conversación fuera secreto.

— Sigues mal por tu omega, ¿No? — dijo, aunque sabía que la respuesta era más que clara.

La pelinegra le dedicó una mirada de molestia, aunque tenía demasiado cansancio para que se le notara bien, y estaba muy cansada para mandarla a la mierda.

— Escucha un momento, Son— Tzuyu intentaba sonar maternal, hablando con tranquilidad y cariño, aunque no le salía bien—. Escucha, yo no tengo Omega ni destinado ni nada de eso... Pero sé que puede ser complicado, cuando pierdes a alguien que quieres mucho -

— Wow, eres muy considerada.

Tzuyu rodó los ojos y suspiró, en verdad era imposible hablar con ella.

— Se que te vale verga y todo, pero lo que quiero decir es... Que te comprendo, y si quieres hablar de algo conmigo puedo ayudarte. Porque sí, Chaeyoung-yah, al parecer, somos casi amigas y eso es lo que los casi amigas hacen.

Chaeyoung no respondió, le pareció un poco idiota las palabras de parte de la joven, no podía creer en otra persona que se sintiera como ella, salvo Mina, no creía que nadie pudiera entenderla.

No creía que nadie podía sentirse tan mal como ella, pero suponía que Mina debía sentirse peor, y eso sólo la hacía sentir mal.

— ¿No sería como una charla de omegas? — preguntó, intentando esquivar el tema.

— ¿Cómo que charla de omegas? — preguntó Sana, frunciendo el ceño, un poco molesta porque la chica no quería aceptar la ayuda de su amiga.

— Hablar de sentimientos y todo eso— Chaeyoung agitó la mano en un gesto.

— Si piensas que las charlas de omegas son sólo de sentimientos te equivocas.

— Paren — los frenó Chou—. No empiecen a discutir, no es momento.

La castaña suspiró, cansada de que aquellas dos chocaran tanto, decidió no tocar el tema de nuevo, Chaeyoung término su té, mientras las otras dos chicas usaban sus celulares.

Delta ; michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora