Capítulo 2 : Una noche en el museo

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El punto de vista de Mikey:

El aire dentro del museo estaba cargado de expectación a medida que nos adentrábamos en sus pasillos poco iluminados. Los artefactos y las exhibiciones proyectaban sombras inquietantes en las paredes, lo que le daba al espacio una sensación de otro mundo. No podía quitarme la sensación de que algo estaba a punto de suceder, y mis instintos me decían que permaneciera alerta. Raph iba al frente, sus espadas sai brillaban en la penumbra. Parecía concentrado, decidido a garantizar nuestra seguridad en esta misión.

Puse los ojos en blanco ante su naturaleza sobreprotectora, pero en el fondo sabía que solo se preocupaba por nosotros. Aun así, me molestaba que me dedicara una atención especial.

Donnie, con su personal preparado y sus aparatos de alta tecnología, nos acompañó a través del museo. Su mente genial fue nuestra guía y yo tenía fe en que no nos llevaría por mal camino.

"Mantengan todos los ojos abiertos. Estamos ante algo inusual", advirtió.

A medida que nos adentrábamos en el museo, las lecturas extrañas de los dispositivos de Donnie se intensificaron. El aire crepitaba con una energía inexplicable y un escalofrío me recorrió la espalda. Leo nos indicó que estuviéramos preparados para cualquier cosa. De repente, un ruido resonó por los pasillos silenciosos y nos hizo detenernos. Parecía un rugido animal.

Raph alzó una ceja y entrecerró los ojos con preocupación. —¿Qué rayos fue ese? —murmuró. Donnie se ajustó las gafas y escudriñó el área. —No puedo identificar la fuente, pero definitivamente viene de algún lugar cercano. Estén alerta, muchachos.

La tensión en la sala de exposiciones principal del museo se hizo más intensa a medida que nos movíamos, y una repentina mancha rosada me llamó la atención con el rabillo del ojo. Raph y Leo prepararon inmediatamente sus armas, listos para cualquier amenaza que pudiera revelarse. En la penumbra, una figura amenazante se abalanzó sobre Raph, y fue entonces cuando la vi: el Brute de infantería Krangificado y el Teniente.

Mis ojos se abrieron de par en par cuando la fusión deformada del guerrero del Clan del Pie y la carne de Krang se hizo visible. Las extremidades del bruto estaban aumentadas con carne alienígena y sus ojos brillaban con una luz antinatural y maliciosa. Raph paró hábilmente el ataque inicial, pero la fuerza del bruto era abrumadora. Leo se movió rápidamente a su lado, con la katana brillando mientras se unía al esfuerzo defensivo. Donnie analizó la situación con una mirada rápida y ajustó su enfoque.

El museo se transformó en un campo de batalla caótico, el choque entre nosotros y el pie krangificado resonó por los pasillos. En medio del intenso combate, el bruto logró asestarme un poderoso golpe en el costado, enviándome volando contra la pared. El dolor se irradia a través de mi cuerpo y el mundo a mi alrededor se vuelve borroso por un momento.

Mientras luchaba por recuperar el sentido, el ruido se fue apagando y mis oídos zumbaron por el impacto. A pesar del dolor que me recorría el costado, apreté los dientes y me obligué a ponerme de pie. La adrenalina que corría por mis venas alimentó mi determinación.

Al ponerme de pie, vi la escena. Mis hermanos estaban gravemente heridos, atrapados en las garras de los soldados krangificados.

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