Lost in Parallel Worlds

capitulo 16

El punto de vista de Caesy:

Saqué mi palo de hockey y comencé a hacer pedazos a los robots. Vi que Angelo sacaba unos nunchakus. Era extraño que los tuviera encima, pero dejé de pensar en eso y me concentré en luchar contra el ataque incesante de los robots.

Los robots parecían no tener fin y la frustración empezó a apoderarse de mí. Saqué mi teléfono y marqué el número de Raph. Después de unos momentos de tensión, una voz ronca respondió desde el otro lado. Era Raph.

Mientras intentaba hablar, el grito urgente de ayuda de Angelo me interrumpió. Su voz estaba cargada de preocupación mientras gritaba: "¡NECESITAMOS AYUDA!"

La voz de Leo llegó a través del teléfono, aguda y autoritaria: "¿Qué pasó? ¿Dónde estás?"

Les conté rápidamente lo que había pasado: "Los Foot y los Krang nos tendieron una emboscada. Estamos en el lado este de la ciudad, cerca de la casa de April".

Leo nos aseguró: "Está bien, llegaremos en un momento".

Mientras nos manteníamos en nuestro lugar, escuché la voz de Angelo gritando mi nombre. Antes de que pudiera reaccionar, algo me empujó hacia un lado, haciéndome tropezar. Sorprendida, me di la vuelta rápidamente, solo para encontrarme con un grito escalofriante que atravesó el aire. Mi corazón se hundió cuando vi a Angelo, con el brazo empapado en sangre, atravesándolo con un shuriken.

A pesar del dolor que se reflejaba en su rostro, Angelo sonrió, apretó los dientes y sacó el shuriken de su brazo. El shuriken estaba cubierto de sangre carmesí. Con determinación brillando en sus ojos, luchó contra varios robots más con un brazo.

Luchamos un poco más hasta que cuatro figuras aparecieron de repente en el callejón. Eran Raph y sus hermanos. Acabaron rápidamente con la oleada restante de robots.

Cuando el caos se calmó, miré a April y luego a los chicos. Fue entonces cuando me di cuenta: Angelo estaba sentado en el suelo, con el brazo todavía sangrando. Antes de que pudiera reaccionar, se desplomó. Rápidamente, me arranqué uno de los pañuelos del brazo para usarlo como vendaje improvisado y corrí a su lado para ayudarlo a detener la hemorragia.

Con pánico en mi interior, corrí al lado de Angelo e intenté examinar la herida. Mis manos temblaban mientras aplicaba el vendaje improvisado. April se sentó a mi lado y su presencia me brindó cierto consuelo.

En ese momento, Donnie intervino con su voz autoritaria y dijo: "Tenemos que limpiar y vendar la herida de inmediato". Leo sugirió rápidamente: "Está bien, llevémoslo a la guarida".

Sin embargo, Raph intervino y se opuso a la idea: "¿Qué? No, no lo llevaremos a la guarida. Es un extraño".

No pude contener mi frustración y respondí bruscamente: "Ese 'desconocido' es solo un niño, ¡un niño que acaba de salvarme! Si no fuera por él, podría haber muerto". Mis palabras parecieron sorprender a Raph y su mirada se desvió hacia Angelo.

Entonces su mirada se suavizó, Raph levantó con cuidado a Angelo al estilo nupcial y dijo: "Bueno, ¿qué estás esperando?"