don't watch that video III // michael clifford

II

"M.. Mich.. Mi.." Tartamudeé.

"Woah, creía que te acordarías de mi nombre." Murmuró con humor "Michael." Acabó por mí.

"¿Qué haces aquí? Quiero decir.. ¿Tú no estabas en la cárcel?" Dije confusa.

"Y, ¿tú no eras morena?" Señaló mi pelo, recientemente teñido de naranja.

"Michael." Murmuré con tono de advertencia mientras me levantaba de la cama.

"Me soltaron esta mañana, pero estoy con la condicional, mañana tengo que dormir en la cárcel otra vez."

"Eso quiere decir que hoy también tendrías que dormir allí." Deduje.

"No, me han dejado esta noche." Sonrió satisfecho.

"Y, ¿qué haces aquí?" Pregunté, aún confusa.

"He venido a buscarte, para cuando tenga que volver a la cárcel, ya estaremos lejos de la ciudad." Explicó.

"¿Perdona?" Levanté una ceja "¿Te vas a fugar?"

"Stella, ya lo he hecho una vez." Se encogió de hombros.

"Y ya ves cómo acabó." Me crucé de brazos.

"Lo tengo todo planeado, así que llena una mochila con ropa, nos tenemos que ir ya." Dijo mientras yo seguía cruzada de brazos "¿Sabes qué? Déjalo, ya robaremos algo de ropa." Se encogió de hombros.

"Michael, no voy a ser cómplice de una fuga." Aseguré y esta vez fue él quien levantó una ceja.

"¿Ah, no?"

"Uh, huh." Negué con la cabeza.

"Pues voy a tener que obligarte." Se encogió de hombros y se acercó a mí.

Me agarró de las muñecas y las mantuvo detrás de mi espalda, haciéndome gemir cuando noté unas esposas en ellas. Y lo hizo con toda la facilidad del mundo.

"¿Esto es un secuestro?" Murmuré, haciéndole sonreír.

"Algo así." Contestó encogiéndose de hombros y me dio la vuelta, poniéndome delante de él y haciéndome caminar hacia la puerta de la habitación.

"¿De dónde has sacado las esposas?" Pregunté mientras él me abría la puerta.

"Prefiero enseñarte su uso en la segunda cita." Contestó y pude jurar que estaba sonriendo.

"Gilipollas." Susurré.