Capitulo 6: "El Peso del Destino"

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Capítulo 6: "El Peso del Destino"

Naruto sentía el sudor correr por su frente mientras observaba el paisaje del Monte Myōboku. Las enormes montañas de roca se extendían a lo lejos, tapizadas con una vegetación que brillaba bajo la luz del sol, creando un paisaje exuberante. El Monte Myōboku era un lugar místico, lleno de vida, pero para Naruto, después de tantos años, ya era simplemente el hogar.

Frente a él, las enormes figuras de los sapos ancianos observaban en silencio mientras él se preparaba para su siguiente intento. El entrenamiento había sido duro, más de lo que jamás hubiera imaginado, pero eso no lo detenía. Naruto Uzumaki nunca se rendía, no importaba cuántas veces fallara.

—¡Vamos, Naruto! —gritó Gamakichi, quien saltaba emocionado a su alrededor, animándolo—. ¡Tú puedes hacerlo, te falta poco!

Naruto frunció el ceño, enfocando toda su concentración en el chakra que intentaba reunir. Era una técnica avanzada, una que los sapos habían intentado enseñarle, pero que aún se le escapaba entre los dedos. Cada vez que intentaba controlar el chakra de la naturaleza, sentía como si su propio poder lo abrumara, desbordando sus límites.

Naruto respiró hondo, cerrando los ojos para calmar su mente. El Senjutsu era complicado, mucho más que cualquier jutsu que hubiera aprendido antes. Intentaba equilibrar su propio chakra con el chakra de la naturaleza, pero siempre había algo que se salía de control. La energía era como un río desbordado que no podía contener, y cada vez que fallaba, sentía la frustración crecer dentro de él.

De repente, el chakra que había estado intentando controlar explotó en sus manos, dispersándose en todas direcciones.

—¡Maldición! —gritó Naruto, golpeando el suelo con los puños, su rostro una mezcla de furia y cansancio—. ¡No entiendo cómo se supone que funcione esto! ¡No importa cuánto lo intente, nunca lo logro!

Naruto cayó de rodillas, respirando pesadamente, mientras sentía la mirada de Gamakichi sobre él.

—Oye, no te rindas, Naruto —dijo el sapo, con una voz más suave—. Lo estás haciendo bien, pero el Senjutsu no es cualquier cosa. Requiere paciencia, y bueno... tú no eres exactamente el más paciente del mundo, ¿verdad?

—¡Sé que no soy paciente! —gritó Naruto, furioso, levantándose de golpe—. Pero llevo aquí toda mi vida, Gamakichi. He entrenado, he luchado, y aún no puedo hacerlo bien. ¿Qué demonios me falta?

Gamakichi se quedó en silencio por un momento, sabiendo que las palabras no calmarían del todo la frustración de Naruto.

—No es que te falte nada, Naruto. Solo necesitas tiempo. El Senjutsu no es algo que se domine de un día para otro.

Naruto apartó la mirada, frustrado. Había pasado tantos años entrenando con los sapos, aprendiendo lo que ellos podían enseñarle. Aunque se había vuelto fuerte, cada nuevo desafío parecía elevarse como una montaña imposible de escalar.

Desde lo alto de una roca cercana, Fukasaku y Shima, los sabios sapos del monte, observaban la escena con sus miradas penetrantes. Ambos habían entrenado a Naruto desde que era un niño, y aunque sabían que tenía un potencial inigualable, también entendían que la impaciencia era su peor enemigo.

—El chico sigue luchando consigo mismo —murmuró Shima, con un tono preocupado—. Su fuerza de voluntad es innegable, pero no puedo evitar preguntarme si está listo para lo que viene. No tiene idea de la vida más allá del monte.

Fukasaku asintió, pero mantuvo su mirada fija en Naruto.

—Eso es lo que más me preocupa —dijo en voz baja—. Naruto ha crecido aquí, apartado del resto del mundo. Su entrenamiento ha sido riguroso, pero no ha enfrentado las verdaderas pruebas que lo esperan fuera. El Senjutsu no es algo que cualquiera pueda dominar, y si no lo hace bien, ya sabes lo que sucederá.

NARUTO "EL DESPERTAR DEL ZORRO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora