Suki ; dabibaku

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Habían pasado unos días luego de que Dabi encontrara a Suki con ese pelirrojo, después de ese encuentro empezó a sentir algo más que la atracción física que sentía por el rubio

Aunque tenia miedo de enamorarse completamente, tenia miedo de perderlo

Pues es la única persona de la Liga que conoce su secreto, que su padre es el héroe #2

Estuvo con él cuando tuvo un ataque de pánico, lo acompañó e incluso se quedo toda la noche con el

Pero como no enamorarse de él? es una de las personas más inteligente que conoce, pues con solo una teoría llegó a saber la verdad detrás de su identidad

— Estoy jodido...— Habló mientras se pasaba las manos por el cabello, mientras suspiraba sonoramente

— Por que? — Se sobresaltó, aunque enseguida identificó esa suave voz que sonaba como una caricia para sus oídos

— ¿Que haces tu aquí? Es que acaso tu no tenias una misión o algo — Le preguntó al rubio, que se encontraba viéndole con sus grandes ojos que le recordaban a esos conejos

— Ya terminé! Sinceramente fue un poco aburrido... la próxima deberías acompañarme para repetir lo del Bar — Le dijo, mirándole expectante de su respuesta

¿Como podría decirle que no a esos ojos?

— Está bien supongo, siempre y cuando no esté ocupado — Dijo utilizando su tipico tono de no me importa nada, soy un fuck boy

— Claro! pero cambiando de tema, ¿Porque dijiste que estabas jodido? — le preguntó mirándolo, como si estuviera viendo su alma — es que acaso te enamoraste de una chica y no te hace caso?

bingo casi dijo, pero no se enamoró de ninguna chica. Sino de él

— No me enamore de ninguna chica, solo estoy estresado — Dijo la verdad, pues esto de aceptar sus sentimientos hacia el rubio le daba un dolor de cabeza terrible

— Ohh... tengo una idea de que te pueda ayudar — Dijo dándole una sonrisa al mayor, con un pequeño sonrojo en la cara

Oficialmente, este es el mejor puto día de su vida.

La idea del menor para quitarle el estrés al mayor, Es que este se recuesta en su pecho mientras este le acariciaba el pelo

— Esto realmente está funcionando...— Dijo el pelinegro, su voz un poco amortiguada por el pecho del menor

— Que suerte, mi mamá solia hacerlo cuando me encontraba triste — Le dijo, si escucho el tono de nostalgia y tristeza en la voz del menor cuando mencionó a su madre. Simplemente decidió no decir nada

Pues no quería arruinar el momento en el que se encontraban, pues hacía años que no sentía el calor corporal de alguien más

y mucho menos cariños en la cabeza.