VI

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Era una tarde algo apacible, más de lo acostumbrado. El Hazbin hotel estaba en completa calma. Sin nada de dramas o peligro acechando. Parecía que no estaban parados sobre el mismísimo infierno.

Absorto en sus pensamientos, Alastor se mantenía vigilante. Charlie estaba haciendo sus típicas dinámicas y terapias de grupo, y los demás conversando alegremente a su lado.

A pesar del sosiego que reinaba en el ambiente, el venado se sentía inquieto. Claramente no se le notaba por la permanente sonrisa estampada en su cara.
Todo estaba demasiado calmado, sospechosamente calmado. Sus orejas estaban firmes, hasta que se movieron un poco para captar el sonido.
Proyectiles. Cristales rotos.

-¡¿Qué está pasando ahora?! Gritó Charlie sumida en confusión.
-Parece que tenemos compañía. Dijo Angel.

Fuera del hotel, se concentraba un tumulto de demonios y pecadores. Entre los que más destacaban, los tiburones matones del otro día.
"¿Qué hizo Mimzy esta vez?" Pensó al mismo tiempo que se empezaba a molestar.
Se arrastró entre las sombras a la entrada. Pero ni rastro de Mimzy. ¿Eso era bueno o malo?

Ni siquiera se molestó en pronunciar palabra.
-¡Quédate atrás Alastor, nosotros nos encargaremos! Dijo Vaggie, emocionada por una nueva batalla.
-Me vendría bien afilar mis garras. Dijo Husk sonriendo y enseñando sus amarillos colmillos.
"Nada de que preocuparse, ellos se encargarán"

Siendo sincero, se sentía bastante cansado como para gastar su energía en pecadores menores. Aún cuando le aseguraba un buen festín.

Fue a su habitación y se sentó en uno de sus sillones de piel. Sacó su tocadiscos y buscó entre sus discos de vinilo. Una canción de jazz seguramente le calmaría.

Al poner el disco, notó que no sonaba correctamente, pensó que lo había puesto al revés o algo por el estilo.

Probó darle la vuelta, pero seguía sin reproducir ni una triste melodía.
Frustrado se resignó a privarse de la música.

-¡Alastor!
Esa era la voz de Charlie.
Intrigado se arrastró de nuevo hacia el exterior del hotel.

Había demasiada niebla. Apenas y podía ver unos pocos metros lejos de él.

-Alastor, sí que eres patético. Frunció el ceño. Detrás de él estaba Angel.
¿Era eso una extraña y frívola estrategia de cortejo?

Angel se acercó lo más que pudo a él y le tocó el mentón brevemente.
-¿De qué sirve una cara como la tuya si la escondes con esa falsa sonrisa?

El demonio de la radio retrocedió asqueado por el contacto no previsto.
-No sé porque te tenía tanto miedo. ¿Estás seguro que siempre tienes el control?

Husk desde otra esquina, lo miraba con una mirada altiva.
-Husker, que bromista eres, pero no estoy de humor para tus chistesitos.

Intentó encadenarlo como de costumbre, pero el felino se desplazó rápidamente hacia la otra esquina.
-Alastor, me decepcionaste, no eres un chico malo...
Niffty se veía pequeñita pero su ojo lo fulminaba con la mirada.
"¡¿Qué le pasa a todo el mundo?!"
Se trasladó hacia otra parte de la acera, y chocó con alguien.
-¡Si te atreves a tocar a mi novia te arrepentirás hijo de puta!...
-No sé de qué hablas querida. No tengo otra intención más que de ayudar a Charlie.
Dijo fingiendo una sonrisa como si Vaggie no le estuviera apuntando con su lanza.
-Si me disculpas, tengo ocupaciones que atender.
Estaba apunto de mezclarse con la oscuridad cuando sintió un tirón en su gabardina.
-Ah no Alastor, no irás a ninguna parte.
-Ay Charlie, sabes que me complace ser testigo de tus encantadoras dinámicas, sin embargo, tengo cuestiones que...

«Confrontación» Radiostatic fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora