Capitulo 5

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Utahime caminaba rápidamente por los pasillos del campus, con una sensación incómoda que le retorcía el estómago. No era que tuviera miedo de hablar con Shoko, pero el tema que rondaba su mente le inquietaba profundamente. Tras unos minutos, llegó a la enfermería, donde su amiga estaba sentada revisando algunos papeles médicos. La puerta se abrió suavemente y, al ver a Utahime, Shoko levantó la vista, con una sonrisa sutil.

"¿Qué te trae por aquí?" preguntó Shoko, mirándola con curiosidad.

Utahime, que normalmente habría respondido con alguna queja sarcástica, se quedó en silencio un momento. Finalmente, después de algunos segundos, se sentó en una de las sillas cercanas y miró a Shoko con una expresión que rara vez mostraba: inseguridad.

"Necesito hablar contigo... es sobre Gojo," dijo finalmente, bajando la mirada mientras jugaba con los pliegues de su ropa.

Shoko dejó sus papeles a un lado, ahora claramente interesada. "Gojo, ¿eh? ¿Qué ha hecho esta vez?"

Utahime suspiró, sin saber por dónde empezar. "Es complicado. Creo que... no sé lo que siento hacia él."

Shoko se inclinó ligeramente hacia adelante, en silencio, dándole espacio para que continuara.

"Siempre pensé que lo odiaba. Su arrogancia, su manera de burlarse de todo... simplemente no podía soportarlo," comenzó Utahime, aún evitando mirar a Shoko directamente. "Pero después de todo lo que ha pasado... después de que me rescató y... bueno, me cuidó, ya no sé qué pensar."

Shoko no reaccionó inmediatamente, manteniendo su habitual calma. Cuando finalmente habló, lo hizo con su típica lógica implacable. "¿Y eso te molesta? ¿Sentir algo diferente por él?"

Utahime apretó los labios, sin saber bien cómo poner en palabras lo que estaba sintiendo. "Me confunde. Pensé que lo tenía todo claro, que lo odiaba por lo que es, por lo que representa. Pero ahora... no sé, siento algo, y no sé si puedo confiar en eso."

Shoko se quedó pensando unos segundos antes de contestar. "Sabes que Gojo es complicado, pero no es alguien que juegue con los sentimientos de las personas, no intencionalmente al menos. Si sientes algo por él, tal vez no sea tan malo. Pero tienes que preguntarte si de verdad estás lista para abrir esa puerta."

Utahime frunció el ceño, todavía indecisa. "No quiero que todo termine siendo una broma. No quiero que él me decepcione, que se ría de lo que siento."

Shoko la observó atentamente antes de responder. "Si algo puedo decirte de Gojo es que, aunque actúe como si no le importara nada, cuando realmente se preocupa por alguien, lo hace de verdad. ¿Te molesta que te confunda, o te molesta la posibilidad de que te importe más de lo que quieres admitir?"

Utahime se quedó en silencio, procesando lo que Shoko acababa de decir. Sabía que su amiga tenía razón. La confusión que sentía no solo venía de Gojo, sino también de su propia incapacidad para aceptar lo que estaba sucediendo en su interior.

"Tal vez tengas razón," murmuró finalmente Utahime. "Pero... ¿y si le digo lo que siento y se burla? ¿Y si no es tan serio como yo?"

Shoko suspiró suavemente y se levantó de la silla. "Escucha, Utahime, no tienes que resolverlo todo ahora mismo. Pero si lo que sientes es real, eventualmente tendrás que enfrentarlo. Si no hablas con él, seguirás atrapada en esta confusión. Y te lo digo por experiencia: vivir con dudas es peor que enfrentar el miedo a que algo salga mal."

Utahime asintió lentamente, sintiendo un poco de alivio pero todavía algo insegura. Shoko, siempre lógica y directa, había puesto todo en perspectiva, pero eso no hacía que la decisión fuera más fácil.

"¿Crees que me estoy precipitando?" preguntó Utahime, su voz sonando más pequeña de lo que esperaba.

Shoko negó con la cabeza. "No lo sé, pero lo que sí sé es que si no haces nada, vas a seguir dándole vueltas al asunto. Habla con él, pregúntale lo que sientes que tienes que preguntar. Y si no te gusta lo que escuchas... al menos sabrás en qué lugar estás."

Utahime dejó escapar un suspiro profundo, más aliviada por haber hablado del tema, pero sabiendo que lo más difícil estaba por venir.

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Mientras tanto, Gojo se encontraba tumbado en el césped del campus, mirando el cielo. El sol brillaba alto, y llevaba sus gafas de sol habituales, ocultando cualquier emoción que pudiera traicionar sus pensamientos. A su lado, Geto estaba sentado en silencio, observando a su amigo con una expresión tranquila pero calculadora. No había pasado por alto el comportamiento inusualmente distraído de Gojo en los últimos días.

"Algo te está molestando," comentó Geto finalmente, su tono casual pero lleno de certeza.

Gojo sonrió ligeramente, sin apartar la vista del cielo. "¿Molestarme? Vamos, sabes que nada me molesta."

Geto soltó una risa suave, sin comprar el desinterés de su amigo. "No tienes que fingir conmigo. Puedo verlo en tu cara... o al menos, lo intentaría, si no estuvieras usando esas estúpidas gafas de sol todo el tiempo."

Gojo se incorporó lentamente, quitándose las gafas y mirándolo directamente. "Es sobre Utahime," dijo sin rodeos. "No sé qué hacer con todo esto."

Geto arqueó una ceja, genuinamente intrigado. "¿Utahime? Pensé que lo único que te molestaba de ella era que siempre te estaba regañando."

Gojo rió un poco, pero había algo serio en sus ojos. "Sí, eso pensaba yo también. Pero después de todo lo que ha pasado, no puedo dejar de pensar en ella. Es... extraño. Siempre pensé que nuestras peleas eran parte del juego, pero ahora siento que me importa más de lo que debería."

Geto lo miró en silencio durante un momento, dejando que sus palabras flotaran en el aire. "¿Y eso te asusta?"

Gojo se rió, pero su tono era menos despreocupado. "Es ridículo, ¿no? Puedo vencer cualquier maldición que se cruce en mi camino, pero esto... esto me tiene confundido. No sé si de verdad me importa o si solo es por lo que pasó cuando la rescaté."

Geto asintió, sabiendo que Gojo raramente mostraba esa vulnerabilidad. "¿Y qué es lo que te preocupa realmente? ¿Que lo que sientes no sea real o que, si lo es, cambie todo?"

Gojo miró hacia otro lado, algo incómodo con la dirección que estaba tomando la conversación. "Ambas cosas, supongo. Nunca pensé que me importaría alguien así. Y si lo que siento es real... no quiero estropearlo."

Geto dejó escapar una pequeña sonrisa, pero su tono era serio. "Eres el tipo de persona que siempre actúa. Nunca dejas que nada te detenga. Así que, ¿por qué esto es diferente?"

Gojo se encogió de hombros. "Porque no sé cómo manejarlo. No quiero hacerle daño, y tampoco quiero que ella piense que no me importa lo suficiente. Pero... no sé si estoy listo para esto."

Geto lo miró con una leve sonrisa. "Si te importa tanto, entonces lo único que puedes hacer es hablar con ella. Lo peor que puede pasar es que no funcione. Pero si no lo intentas, te arrepentirás."

Gojo se quedó en silencio por un momento, asimilando lo que su amigo había dicho. Sabía que Geto tenía razón, pero aún así, la incertidumbre lo carcomía.

"Lo pensaré," dijo finalmente.


Gojo X Utahime "Entre Sombras y Deseos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora