Capítulo 3. Un café

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Al día siguiente las cosas no pintaban bien, desde la madrugada todos fueron levantados por la alerta de aparición de un kaiju, los novatos tendrían su primera misión y era algo que de cierta manera asustaba a Mizuki, era la primera vez que Kafka ...

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Al día siguiente las cosas no pintaban bien, desde la madrugada todos fueron levantados por la alerta de aparición de un kaiju, los novatos tendrían su primera misión y era algo que de cierta manera asustaba a Mizuki, era la primera vez que Kafka se enfrentaría a un escenario real.

Las cosas empezaron bien, su amigo les había dado la clave para enfrentar a los kaiju residuales de manera más efectiva, pero tan solo unos minutos después de que al parecer todo había terminado, la castaña notó algo, dos señales habían desaparecido así que informó al líder del pelotón a cargo Ryō Ikaruga

— Vicecapitán Hoshina, aquí el líder del pelotón Ikaruga, desde hace un tiempo hemos sido incapaces de contactar con Ichikawa y Furuhashi,

— ¿Cómo dices?

— No podemos contactarlos y tampoco registrar sus signos vitales

— Entendido, enviaré a un equipo a buscarlos


Mizuki intentaba localizarlos, parecía como si la señal hubiera estado bloqueada intencionalmente, y ahí fue cuando notó algo raro, Kafka se movía en una dirección que no tenía sentido y un segundo antes de perder su señal vio un pico de energía que le heló la sangre

— ¿Qué demonios fue eso? – susurró


Tenía una corazonada, así que no avisó, podría tratarse de un simple error, así que se limitó a tratar de encontrar su señal, los minutos pasaban, nadie sabía qué estaba ocurriendo, pero el aviso del avistamiento del kaiju humanoide los puso de nuevo a trabajar. Unos segundos después el capitán Hoshina reportaba la ubicación del kaiju No.8 y con eso empezó una pelea difícil.

Era el amanecer cuando todo terminó, Hoshina avisaba que el kaiju No.8 había escapado y con eso muchas dudas empezaban a comerle la cabeza. Estaban más ocupados que nunca, recabando información y analizando datos, así que a eso de las tres de la tarde Mizuki fue a su guarida secreta a relajarse y pensar un poco.

Al entrar lo primero que hace es sonreír, sobre la pequeña mesa hay un café de esa cafetería y un panecillo dulce a un lado. Cuando levanta el café encuentra una nota que decía: "Hola holgazana, ha sido un día difícil, supuse que vendrías, buen provecho, también te dejo mi numero por si quieres hablar", al final de su número una carita feliz dibujada. Tomó el café con una sonrisa, sintiéndose un poco torpe por cómo se dieron las cosas, pensó en que de no ser por Kafka no se hubiesen acercado, y al recordarlo, volvió a pensar en esa señal extraña, así que decidió hablar con él al anochecer, pero esta vez lo citó en un puesto de comida callejera al exterior.

— Hola Kafka – saludó ella

— ¡Mizuki!


La chica se sentó junto a él en una banca e inmediatamente tomó un poco de la cerveza que Kafka bebía

— ¿Qué tal tu primera misión?

Las ambiciones del corazón (Hoshina x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora