Esa era una tarde como tantas otras, su rutina radicaba en que él siempre bajaba primero al escondite y unos minutos después ella aparecía. Ese día Mizuki era la encargada de llevar la repostería, así que Hoshina llevó el café al lugar y esperó, pero ella no aparecía. Pasaron unos quince minutos y no llegaba, así que empezó a impacientarse, le envió varios mensajes y cinco minutos después, al no obtener respuesta, decidió subir a buscarla en los laboratorios superiores.
Al entrar lo primero que ve es a Okonogi de rodillas frente a Mizuki que estaba sentada en una silla dándole la espalda
— ¿Está todo bien? – preguntó aclarándose la garganta
La castaña al escucharlo dio un brinco
— Está bien, solo es el vicecapitán, no te levantes, no he terminado – la tranquilizó la de lentes siguiendo en lo suyo
Hoshina caminó hacia ellas, al dar la vuelta abrió levemente los ojos
— ¿Qué demonios pasó?
— ¡No es nada vicecapitán! – se apuró a contestar Mizuki
— ¿Por qué tienes sangre en la ropa? – parecía hablar en automático
— La asaltaron, dice que salió a comprar algo para tomar café y un tipo la interceptó, tiene un corte en la mano
— ¡¿Te asaltaron?!
— No es nada, enserio
— ¡¿Por qué no me llamaste?!, ¡pude haberte ayudado Mizuki! – ahora sonaba enojado
— Le quitaron todo vicecapitán, cómo lo iba a llamar
Él se inclinó ante ella, desplazó a Okonogi y siguió con el vendaje en la mano
— ¿Lo viste, crees que puedas reconocerlo?
— Todo fue muy rápido
— Okonogi, ¿puedes acceder a las cámaras en las afueras?
— Son las cámaras municipales, pero si me lo ordena puedo hacerlo
— Hazlo, dale seguimiento a ese tipo, quiero su ubicación ahora mismo
— Como usted diga vicecapitán
La chica se apartó de ellos y empezó a buscar en todas las cámaras por dónde había estado
— De verdad no es nada – insistió Mizuki
— ¿Te lastimó en algún otro lugar?
— No
— Creo que lo tengo – interrumpió Okonogi
Hoshina se levantó y observó la pantalla
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Las ambiciones del corazón (Hoshina x OC)
FanficA pesar de su éxito, Soshiro Hoshina vive bajo la constante sombra de su hermano, por eso, detrás de su actitud relajada y siempre dispuesto a bromear, esconde una profunda inseguridad y un deseo de ser valorado por sus propios méritos. Mizuki Nakam...