El último Shinobi en DC

Capítulo 1: Un Nuevo Hogar

¡Hola a todos!

Este es mi primer fanfic, así que estoy muy emocionado y también un poco nervioso. ¡Gracias por darle una oportunidad a mi historia! Como soy novato en esto, cualquier comentario, consejo o sugerencia será muy bien recibido. Estoy comenzando en el mundo del fanfiction y quiero aprender, así que su apoyo y paciencia significan mucho para mí.

Esta historia es un crossover entre Naruto y el universo de DC Comics. En ella, Naruto Uzumaki viaja a una dimensión alternativa después de una tragedia en su propio mundo. Allí termina en Themyscira, la isla de las Amazonas, donde entrenará a una joven Diana, quien más tarde se convertirá en Wonder Woman. La historia tiene acción, aventuras, drama y, por supuesto, un toque de romance.

Sé que es una combinación poco usual, pero he intentado mezclar lo mejor de ambos mundos. Espero que disfruten de esta versión alternativa de Naruto y el universo DC tanto como yo disfruté escribiéndola. Y aunque soy nuevo, pondré todo mi esfuerzo para que la historia sea entretenida y emocionante.

Gracias nuevamente por su tiempo, ¡y espero que disfruten la lectura!

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Naruto Uzumaki no pudo salvar su mundo. La Cuarta Guerra Mundial Shinobi terminó en tragedia. Con Kaguya vencida pero habiendo matado a Sasuke y a sus amigos más cercanos, Naruto quedó atrapado en un mundo envuelto en el Tsukuyomi Infinito. El único ser viviente en un planeta en estado de sueño eterno, acompañado solo por las sombras de los Hokages resucitados. Desconsolado y agotado, se sumió en la búsqueda de una solución, pero cuatro años de investigación en cada rincón del mundo shinobi no arrojaron respuestas. Con el tiempo, había acumulado todo lo que quedaba: armas, pergaminos, jutsus. Todo encerrado en una dimensión de bolsillo creada con el poder de Kurama.

Un día, mientras exploraba las ruinas de Uzushiogakure, Kurama recordó un antiguo jutsu desarrollado por el clan Uzumaki, destinado a transportar a los suyos a una dimensión alternativa. Había sido una medida desesperada que nunca llegaron a usar. Naruto, aferrado a la esperanza de escapar de su dolor, decidió perfeccionar la técnica. Absorbió todo el chakra restante del mundo shinobi, fusionándose completamente con Kurama. Con un último suspiro de su antigua vida, activó el jutsu.

La caída fue larga y tumultuosa, pero finalmente, Naruto aterrizó en un lugar desconocido. Cuando abrió los ojos, se encontró rodeado de un exuberante paisaje verde, el aroma de la naturaleza llenándolo de paz. A lo lejos, escuchó voces, risas. La serenidad del entorno contrastaba con la soledad de su corazón.

Caminó tambaleándose hasta que se encontró frente a un grupo de mujeres fuertes y armadas, lideradas por una pequeña niña de mirada desafiante. Ella lo miró con curiosidad, aunque sin perder el tono de autoridad.

—¿Quién eres y qué haces en Themyscira? —preguntó la niña, con una seguridad que no correspondía a su edad.

Naruto, sorprendido por la firmeza de la niña, se arrodilló con una sonrisa triste.

—Soy Naruto Uzumaki. No quiero hacer daño. Solo busco... paz.

Las palabras resonaron en la mente de la pequeña Diana. Aunque al principio desconfió de aquel hombre extraño, decidió reportar el encuentro a su madre, la reina Hipólita.

En el majestuoso salón del trono, Naruto se encontró cara a cara con la reina de las Amazonas. Hipólita lo observó con la sabiduría de los siglos reflejada en sus ojos. Naruto, a pesar de su tristeza, sostuvo la mirada con firmeza.

—Has sido encontrado en nuestro hogar, Naruto Uzumaki —comenzó Hipólita, con voz firme—. No traes el aura de un enemigo, pero tampoco podemos ignorar tu presencia. ¿Qué buscas aquí?