El último Shinobi en DC

Capítulo 4: La Ira de los Dioses

Bienvenidos a este emocionante capítulo de mi fanfic que entrelaza el universo de Naruto con el fascinante mundo de DC Comics. En capiulo 4 titulado "La Ira de los Dioses", la tensión y la acción alcanzan un nuevo nivel, mientras nuestros héroes se enfrentan a un enemigo formidable que pone a prueba su valentía y habilidades.

El sol se oculta lentamente en el horizonte, y con él, llega una oscuridad que amenaza con consumir a Themyscira. Este capítulo, lleno de giros inesperados y combates épicos, promete ser el más emocionante hasta el momento.

Acompáñenme mientras Naruto, junto a sus aliados, se prepara para una batalla que no solo definirá su destino, sino también el futuro de la isla y de su amado hijo. ¡No se lo pierdan!

_______________________________________________

El sol se ocultaba lentamente en el horizonte, teñido de un rojo profundo, presagiando la oscuridad que estaba por llegar. Las Amazonas, atentas a cualquier movimiento extraño, sintieron el aire volverse denso, como si el mismo cielo estuviera conteniendo la respiración. A lo lejos, una niebla negra comenzó a levantarse, extendiéndose hacia Themyscira como un manto sombrío.

Naruto estaba en la cima de una colina, observando la amenaza que se cernía sobre la isla. A su lado, Calíope, su compañera y madre de su hijo, estrechó su mano con fuerza. Había tensión en sus ojos, pero también una determinación feroz. Diana, ahora una adolescente llena de energía y valentía, se encontraba al frente de las guerreras, lista para enfrentarse a cualquier enemigo.

El primer impacto fue como un trueno, sacudiendo el suelo bajo sus pies. Desde la oscuridad surgieron criaturas grotescas, guerreros espectrales y demonios de formas indescriptibles, liderados por el mismo Ares, el dios de la guerra, montado en un carro de fuego, con su espada resplandeciente de un brillo maligno. 

—¡Amazonas, al combate! —gritó la reina Hipólita, su voz resonando con autoridad mientras levantaba su espada.

Las guerreras, con gritos de guerra, cargaron contra las hordas infernales. El choque fue brutal, acero contra carne espectral, gritos y rugidos llenando el aire. Las Amazonas se movían como un solo cuerpo, una danza mortal de lanzas y espadas. Diana se abrió camino entre las criaturas, su lazo de la verdad brillando mientras lo usaba para lanzar y neutralizar a sus enemigos.

Naruto, transformado en el modo sabio, se lanzó a la batalla. Creó clones que se dispersaron para apoyar a las Amazonas, utilizando sus habilidades para contener a las criaturas más poderosas. Kurama, con su forma completa, devastaba a los enemigos con sus colas y zarpazos, su rugido haciendo temblar la isla.

Ares, con una risa sádica, se enfrentó a Diana. Su espada descendió como un relámpago, pero la joven amazona lo bloqueó con su brazalete. La fuerza del impacto la empujó hacia atrás, pero no se rindió. Con un grito, contraatacó con su espada, sus movimientos rápidos y precisos.

—Eres fuerte, niña —rió Ares, mientras esquivaba su golpe—. Pero no lo suficiente.

Levantó su mano y lanzó un rayo de energía que derribó a Diana, dejándola sin aliento. Antes de que pudiera levantarse, Ares se abalanzó sobre ella, pero un muro de energía lo detuvo. Era Naruto, rodeado por un aura de chakra.

Naruto se entero de los dioses gracias a las historias de las amazonas y gano un desprecio a estos, en especial de ares, —No la subestimes, Ares, —dijo, sus ojos llenos de furia—. Ella es más fuerte de lo que crees.

Naruto y Ares se enzarzaron en un combate feroz. Ares atacaba con fuerza bruta, su espada creando ondas de choque con cada golpe. Naruto se movía con la agilidad de un shinobi, esquivando y contraatacando con una serie de poderosos Rasengan. La tierra se desgarraba a su alrededor, el poder de sus ataques resonando en toda la isla.