La persona cayó al suelo en un ruido sordo, aquél líquido carmesí de olor metálico inundó sus fosas nasales, suspiro y se acercó poniéndose en cuclillas frente al cuerpo ahora sin vida.
- Señor, él chófer acaba de llegar.- Habló un Beta de ojos color amarillo.
- De acuerdo, en seguida voy,- Dijo neutral.- Monoma, hazme él favor de dejar de estarte besuqueando con Hitoshi.- Dijo volteando a ver a un Omega de cabellera rubia.
-¿E- eh?,- Sus mejillas se tornaron rojas.- ah, c- claro, perdón, no volverá a pasar.
- Se que son pareja, pero todavía estámos en territorio enemigo, además, ¿Saben cuántas personas están muertas en el piso, mientras ustedes se besuquean?.
- Tienes razón, no volverá a pasar.- Dijo serio pero con un deje en su voz mostraba cuál apenado estába.
- Solo no se distraigan con eso en el trabajo.- Se dio la vuelta y él Beta fue caminando detrás de él.
- Es mí ídolo.- Dijo a su pareja observando al Omega quitarse los guantes negros y subiendo al carro negro.
- Bueno, terminemos de una vez con ésto, necesitamos desasernos de los cuerpos.- Dijo entrando un peli-celeste.
- Claro jefe.- Asintió con una sonrisa.
[ ... ]
Ver cómo el paisaje pasaba rápidamente por sus ojos, le hacía compararlo con su vida.
Era cómo un dejá vù, uno en el que miles de recuerdos lo atormentaban en un solo segundo, momentos felices, muy felices, tanto que le era doloroso recorarlos.
Apoyo la cabeza trás él asiento del coche, cerró los ojos tratando de pensar en algo más, pero era inevitable no recordarlo, recordar su mirada azuleja, su sonrisa, su voz, sus bromas, mimos, besos, abrazos y caricias.
Simplemente no podía evitar recordarlo, era cómo querer respirar bajó el agua. Lo peor es que eso era algo que sucedida todos y cada uno de sus días.
- Señor, hemos llegado.- Habló él mismo Beta de antes que se encontraba sentado en la parte delantera.
-De acuerdo.- Él Omega de traje y cabellera rubia, bajo del coche y abrió la puerta del costado derecho donde se encontraba él Omega de aroma a miel.
-Gracias Hizashi, pueden irse, y lleven a Monoma y a Hitoshi a sus respectivas casas.- Dijo subiendo las escaleras.
- Sí señor.
-Twice ten preparado los papeles para la reunión de mañana.- Él mencionado asintió.
Así entró a su casa topandose con un par de aromas conocidos para él, suspiro y dando un solo pasó más, un grito llegó a sus oídos.
-¡¡Shoto!!, ¿¡ QUE COÑOS LE
HACES !?.- Seguido del grito se escuchó un golpe.-Auch.
Siguió caminando y entró a la cocina, ahí se encontraba Bakugo con un pequeño cachorro de cabello rubió en sus brazos, que movía de un lado a otro tratando de calmar.
Shoto iba saliendo mientras se iba sobando la cabeza y Rumi estaba sentada alimentando con una mamila a una pequeña bebé albina.
-Oh, ya llegaste Keigo,- Dijo con alivio la Alfa,- que bueno.
- Siéntate Keigo, en seguida vuelve la señora Rei, solo fue a su cuarto.- Él rubió de ojos ámbar asintió, tomando asiento en la mesa.
-¿Que tal te fue Keigo?.- Preguntó Bakugo aún meciendo al bebé en sus brazos que no dejaba de sollozar.
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Nuevo comienzo
RomanceEstá historia es la secuela de mí fanfic "Amor por un trato". - La historia es 100% mía. - Ninguna imágen que utilice me pertenece, créditos a sus respectivos creadores(as. - Los personajes no son míos, créditos a su creador Horikoshi Kōhei. - Ship...