Poema I

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Amada mía, confieso: te miro
como se miran las obras de
arte. La forma de la belleza
se ha encarnado en tu cuerpo…

Decís “igneus amans” entre
susurros. Mi nombre abre tus
labios delicados. De espaldas
escuchás cuánto te deseo.

Amada mía, confieso: te toco
como se tocan las obras de arte.
Tu delicada flor se abre como
el capullo de los cerezos...

Digo, “mulier amata” entre
caricias de amor... Tu piel se
se estremece al tacto, como la
flor se ruboriza al sostenerla.

1. Del latín "igneus amans", puede traducirse como "amante ardiente". 

2. Del latín "mulier amata", puede traducirse como "mujer amada". 

Dedicado a M.I.A

Delicae: el detalle de tu cuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora