Poema II

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Volteá, derjame ver tu delicado
cuerpo. Deseo dormir entre tus
piernas y que sientás el apego
de mi piel envolviéndote.

Volteás y uso tu espalda como
mi escritorio para derramar mi
tinta sobre tu sobre tu piel y
escribir en vos cuánto te deseo...

Volteá, permitime acariciar tu
delicada flor cuando se abre,
tal como las rosas se abren al
sentir el rocío de la mañana...

Volteá, amada mía, dejame ver
tu sonrisa leve, ¿donde comienza
y dónde termina? Decime ¿de
dónde has venido para quedarte?


Dedicado a M.I.A

Delicae: el detalle de tu cuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora