Yu caminó por las calles de Tokio con pasos lentos, casi como si temiera llegar a su destino. En sus brazos, Liz dormía profundamente, ajena al caos interno que lo consumía. Cada esquina, cada semáforo en rojo, era una excusa para detenerse, para intentar alargar el tiempo antes de enfrentar la cruda realidad que lo esperaba.
Su apartamento no estaba diseñado para bebés. No estaba diseñado para nada, en realidad. Era un espacio pequeño, caótico, donde apenas cabía su vida. El suelo estaba lleno de cajas vacías de comida rápida, latas de bebidas energéticas y cables enredados que conectaban su consola y computadora. En algún lugar, su cama permanecía sin hacer, cubierta de ropa y toallas viejas.
ishigami:(¿Cómo se supone que cuidara de un bebé en ese lugar?), pensó, mientras la puerta de su edificio aparecía frente a él.
Subió las escaleras hasta su apartamento, con Liz aún en brazos, una extraña mezcla de cansancio y confusión lo envolvía. El silencio se rompió solo por el sonido de sus llaves al caer al suelo cuando intentó abrir la puerta con una sola mano.
ishigami:"Maldita sea..." susurró, tratando de no despertar a la pequeña.
Finalmente, la puerta se abrió con un chirrido, revelando el desastre que Yu había dejado. Liz siguió durmiendo. (Qué suerte), pensó, entrando lentamente.
Caminó con cuidado por el estrecho pasillo hacia la sala, apartando algunas cajas con el pie. ¿Dónde se suponía que debía poner a la bebé? No tenía una cuna, ni una manta, ni siquiera un espacio adecuado para ella. Liz se veía tan pequeña y vulnerable en comparación con el caos de su alrededor.
Después de mirar a su alrededor y no encontrar ninguna solución obvia, Yu se dejó caer en el sofá con Liz aún en sus brazos. Su mente estaba en blanco. Intentó recordar lo que había aprendido sobre bebés, pero no había nada. No había prestado atención a su hermano cuando hablaba de ser padre. Eso había sido **su** problema, no el de Yu. (Y ahora... ahora esto es mío), pensó.
Liz se movió ligeramente, haciendo una pequeña mueca, pero no lloró. Yu la observó por un momento, incapaz de evitar sentirse completamente perdido. (¿Debería alimentarla? ¿Cambiarla? ),¨¿Qué se supone que hacen los bebés a esta hora?¨, Se quedó quieto, intentando no hacer nada que pudiera alterar su paz.
El reloj marcaba casi la medianoche cuando el agotamiento finalmente lo alcanzó. De alguna manera, se quedó dormido con Liz acurrucada en sus brazos, el único momento de tranquilidad que había tenido desde que recibió aquella llamada.
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El sonido del llanto lo despertó de golpe.
Abrió los ojos desorientado, sin saber cuánto tiempo había pasado. Liz estaba llorando con fuerza, sus pequeños puños se agitaban en el aire. Yu intentó incorporarse rápidamente, pero sus músculos estaban entumecidos por la posición en la que había dormido.
ishigami:"Está bien, está bien", dijo, aunque no estaba seguro si intentaba calmar a Liz o a sí mismo. "¿Qué quieres? ¿Tienes hambre?".
ishigami¨¿Qué comen los bebés?). Yu revisó mentalmente lo que sabía, que no era mucho. Los bebés beben leche, eso era lo único claro. No había fórmula ni biberones en su apartamento. Lo que significaba que tendría que salir, y rápido.
Con Liz aún llorando en sus brazos, Yu buscó a tientas su chaqueta y las llaves del apartamento. Se dirigió al supermercado más cercano, la pequeña de cinco meses aún llorando desconsolada, ajena a la incomodidad de Yu.
En el supermercado, se enfrentó a una pared de productos para bebés. Pañales, toallitas húmedas, juguetes, comida... la cantidad de opciones lo abrumó. Tomó lo que creyó que necesitaba: una lata de fórmula, un paquete de biberones y pañales. Era mejor prevenir.
Regresó corriendo al apartamento, sintiendo la presión del tiempo mientras Liz continuaba llorando. No podía soportar ese sonido por mucho más. La frustración y el cansancio se estaban acumulando.
Una vez en casa, Yu se apresuró a preparar el biberón, siguiendo las instrucciones de la fórmula como si fuera una tarea compleja de un videojuego. Cuando finalmente logró calentar la leche y ofrecérsela a Liz, ella aceptó el biberón y comenzó a alimentarse lentamente.
Yu exhaló un largo suspiro de alivio, sentándose en el sofá mientras la veía beber con calma. Lo había hecho. Había sobrevivido su primera noche con Liz, Pero la realidad seguía ahí, acechando. Este era solo el principio.
Con la pequeña finalmente dormida de nuevo en sus brazos, Yu miró su caótico apartamento. Liz necesitaría más que un biberón y un pañal limpio. Necesitaría una casa que pudiera llamarse hogar. Una vida más estructurada. Algo que él no tenía ni la menor idea de cómo ofrecerle.
ishigami:"¿Cómo se supone que voy a hacer esto?" ,murmuró para sí mismo.
Liz, por supuesto, no respondió. Simplemente dormía, tranquila, como si su presencia ya hubiera comenzado a cambiar algo en él,Pero Yu aún no lo sabía.
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El primer día había pasado. Yu aún no tenía respuestas, pero empezaba a entender algo: su vida ya no era suya. Liz era ahora su responsabilidad, y cada día que pasara sería una prueba. Mientras ella dormía, Yu se quedó despierto un poco más, mirando el techo, preguntándose cuánto tiempo podría soportar antes de colapsar.
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Este primer capítulo muestra el primer enfrentamiento de Yu con la realidad de cuidar a Liz. Aquí vemos cómo el caos de su vida choca con la fragilidad y las necesidades de la bebé, destacando el conflicto entre su antigua rutina y la responsabilidad que ahora tiene.
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Cuando Todo Cambió por Liz
FanfictionYu Ishigami, un joven de 23 años que lleva una vida monótona y solitaria, se ve atrapado en una rutina de trabajar y jugar videojuegos, sin emociones fuertes ni grandes expectativas. Vive solo, en un pequeño apartamento desordenado, y evita el conta...