ᝰ.ᐟ 𝕷𝖆𝖘 𝖋𝖑𝖔𝖗𝖊𝖘 ᯓ ᡣ𐭩

VI

Estaba sentada en una de las bancas, esperando la presencia de alguien en específico, pude notar el cabello desordenado de alguien y la piel morena, era obvio de quien se trataba, venía agachado, se veía desanimado, este pequeño plan para sorprenderlo tenía que salir bien.
Lentamente me acerque a él, de la nada me pare frente a el y el se detuvo en seco, alzó la mirada y sus ojos brillaron de una manera que simplemente no puedo explicar, un simple movimiento, un abrazo que se hizo tan eterno y aferrado, la respiración calmada de el, sentía que nuestros corazones se unían en uno solo.

- Sorpresa, bobo...- Una sonrisa se había formado en mi rostro mientras lo seguía abrazando, era tan lindo.

- Maldita sea Emi, podías haberme avisado, vengo en las peores fachas, te ves simplemente hermosa, dios mío, no sabes cuánto te extrañe, mi vida.- El infame apodo que siempre me decía, por fin lo escuchaba salir de sus labios, era tan mágico estar entre sus brazos, inhalando su aroma hasta terminar embriagada.

Después de ahí tuvimos una corta plática, llena de cosas interesantes, le dije que había regresado a casa y está ocasión era definitivo, estaba tan emocionada por todo lo que pasaba, pero mi felicidad siempre duraba poco. Ahora veía cómo se marchaba, dejándome sentada en aquella banca, tenía que irse y lo sabía perfectamente, era doloroso, pero ahora podía verlo cada que quería, al final el no se negaría.

Las conversaciones con el eran cada vez más emocionantes, la cercanía que había era muy linda, era mayo, el clima era perfecto, esa tarde habia quedado con Joseph, una cita, como los buenos amigos platónicos que éramos, un vestido color vino y unos tenis del mismo color, un listón adornaba mi cabello, mientras el gloss resaltaba mis labios, era maravilloso, íbamos a vernos sin tener interrupciones, para ser exactos era un jueves, un día completamente lindo para mí.
El viento era frío, pero aún así no le quitaba lo mágico, el timbre de mi casa sonó, dándome entender que era la hora, simplemente abrí la puerta, saludé, me despedí de mi madre y me fuí con Joseph, íbamos al parque de siempre, era nuestro lugar favorito, está ocasión nos sentamos en la plaza, su cabeza estaba en mis piernas, mientras acariciaba su cabello con calma, disfrutando por completo el momento que estábamos viviendo, nuestra conversación era fluida y llena de cosas, mentiría si les dijera que en ese momento no temblaba y sentía el corazón tan agitado.

- Y entonces fue cómo "Dios amigo, consíguete una novia" - Reí ante su comentario y el hizo lo mismo, mi mano seguía acariciando su cabello, mientras la escena simplemente pasaba, era mágico tener su cabeza recostada en mis piernas.

Haci fue durante dos horas seguidas, teníamos tanto de que platicar, era actualizarnos, saber un poco más de nuestras vidas, era tonto, pero muy necesario.

- Mily... - Ese apodo hizo que alzará la ceja con algo de confusión mientras sentía mariposas flotar a nuestro alrededor.

- ¿Mily? -

- Te llamas Emily, pero suena mejor Mily, es un apodo muy lindo, cómo tú - El se levantó de mis piernas y se sentó a mi lado, mirando directamente a un árbol, los nervios me estaban comiendo.

- Me encanta, llámame así cada que quieras Jos... - El soltó una risita y me miró con un brillo especial en los ojos, sus manos agarraron las mías y sentía el corazón en la punta de la lengua.

- Emily, se que llevábamos 1 año de amistad, es inexplicable todo lo que me haces sentir, simplemente, dios mío es tan difícil...me gustas Emily, desde el primer día quedé enamorado, no sé cómo explicarlo, soy un adolescente idiota, pero te juro que me enamore de tí...-

No dije nada en lo absoluto, me quedé quieta, procesando las palabras, era magico, sentía que miles de mariposas volaban a nuestro alrededor, mentiría si dijera que yo no me sentía igual, claramente me había enamorado de mi mejor amigo y eso era nuevo para mí.